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Crónica del Poder

• Le dedicó más de 50 años al servicio público a favor de Veracruz, señala, en ceremonia por segundo aniversario luctuoso.

Guillermo Héctor Zúñiga Martínez fue un hombre extraordinario que creó instituciones, que siempre vio en el servicio público la oportunidad para ser útil al pueblo y que nos dejó un legado de honestidad, decencia y trabajo, así lo aseguró su hijo, el alcalde Américo Zúñiga Martínez, en el homenaje por el segundo aniversario luctuoso.

En la Avenida Xalapa, frente al monumento que ex alumnos, amigos y colaboradores erigieron en su memoria, hace un año, dijo que fue un hombre amoroso con su familia, siempre preocupado por inculcar valores, principios. “A pesar de que tuvo cargos importantes en la función pública jamás se alejó de una vida sencilla. Todos los días llegaba a comer a su casa y todos los días salía a caminar con mi madre, de la mano, saludando con una gran decencia y respeto a todos”, indicó.

Comentó que le dedicó al servicio público a favor de Veracruz, más de 50 años de su vida, ocupando cargos que fueron desde dar clases en Temazcalapa, en la Sierra de Zongolica, como maestro rural, hasta ocupar la Secretaría de Educación. “Fue el único hombre que lo ha hecho en tres ocasiones, con los gobernadores Rafael Hernández Ochoa, Fernando Gutiérrez Barrios y Patricio Chirinos Calero”.

“Fue un gran amigo, un gran parlamentario, un funcionario público con una excepcional trayectoria y hoy lo recordamos con sus amigos, con su familia, en un día que nos provoca tristeza, melancolía, pero que nos lleva a la reflexión de estos seres humanos que no tan solo se preocuparon por ser parte de instituciones, sin que crearon instituciones como la Universidad Pedagógica Veracruzana, el Colegio de Bachilleres, el sistema del Telebachillerato y la Universidad Popular Autónoma de Veracruz”, aseveró.

Dijo que como hijo extraña su abrazo, sus pláticas, su carcajada contagiosa, su consejo, sentarnos a ver la serie mundial de TV juntos porque era un apasionado del beisbol y por supuesto fue para mí entrañable el amor que le brindó a sus nietos”.

Durante la ceremonia, Anilú Zúñiga Martínez agradeció a nombre de toda la familia la presencia de todos los asistentes a la ceremonia luctuosa. Con nostalgia, dijo que a dos años de su partida, “ya no podemos escuchar esa extraordinaria voz, su risa contagiosa y seguir aprendiendo a su lado”.

Comentó que como sus hijos, seguirán su ejemplo de mantenerse ocupados por ser mejores cada instante e inculcar a sus propios hijos y a las nuevas generaciones que “no hay mejor logro que superarse a uno mismo para luchar por nuestros sueños y trabajar, entregando el corazón en cualquier profesión”.

Presentes, el Senador José Francisco Yunes Zorrilla; la señora Guillermina Zúñiga Martínez; la señora Mariana Yorio de Zúñiga, Fidel Fernández de Arcángelis, familiares, amigos y servidores públicos.