La intención original del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) dividió a los más influyentes miembros de su gabinete y detonó la alarma de empresarios y granjeros de todo el país, reveló hoy The Washington Post.
Los secretarios de Comercio, Wilbur Ross, y el de Estado, Rex Tillerson, así como el asesor presidencial, Jarred Kushner, presionaron para evitar que Trump firmara la orden ejecutiva de salida del TLCAN, en tanto que el estratega Steven Bannon y el consejero Pete Navarro estaban a favor.
“Estaba listo para terminarlo. Ansiaba hacerlo, iba a hacerlo”, señaló Trump en una entrevista con The Washington Post. No obstante reconoció que no hubiera sido un gesto inamistoso hacia el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
“Me caen bien ambos, muy bien ambos, tenemos una muy buena relación. Y es muy duro (hacer eso) cuando tienes una relación. Es algo que no sería un acto agradable. No sería exactamente un acto amistoso”, indicó.
Tanto el presidente mexicano como el primer ministro canadiense conversaron telefónicamente el miércoles pasado con Trump, después de que funcionarios estadunidenses filtraron a la prensa que el mandatario se alistaba a firmar una orden ejecutiva para salir del acuerdo.
Después de las llamadas con los líderes de México y Canadá, la Casa Blanca anunció que Estados Unidos no saldría del TLCAN por el momento Y buscaría renegociar el acuerdo.
“Puedo terminarlo en cualquier momento, me llamaron y me dijeron: ‘¿podemos negociar?’, y yo dije: ‘absolutamente sí’. Si no podemos llegar a una conclusión satisfactoria, terminaremos el TLCAN”, añadió Trump.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo al diario que Trump había rechazado la idea de renegociar el acuerdo aún antes de las llamadas telefónicas, conforme empresarios advirtieron a la Casa Blanca las adversas consecuencias de una salida del TLCAN.
“La administración recibió presión de cientos de ejecutivos de negocios de todo el país, muchos de los cuales llamaron a la Cámara de Comercio de Estados Unidos (…) antes de llamar directamente a la Casa Blanca para urgir a Trump a no firmar la orden ejecutiva”, señaló el periódico.
Las llamadas del sector agrícola fueron las más alarmantes, pues todas advirtieron a la Casa Blanca que un retiro del acuerdo podría devastar a la industria agrícola y permitir a México restablecer altos aranceles contra las exportaciones de Estados Unidos, añadió.
Por separado, The Washington Post informó que funcionarios del gobierno mexicano advirtieron al de Estados Unidos que México no regresaría a la mesa de negociaciones si el presidente firmaba la orden ejecutiva de retiro del acuerdo.
“México no negociará con una pistola en su cabeza, advirtieron los funcionarios (mexicanos)”, de acuerdo con el recuento del diario.
Los funcionarios estadunidenses opuestos a la salida del TLCAN habían advertido al presidente que la firma de la orden ejecutiva de salida del TLCAN haría políticamente inviable que México y Canadá regresarán a la mesa de negociaciones aún si lo deseaban.
El plan original de algunos de los asesores de la Casa Blanca, como Steve Bannon, era que el presidente hiciera el anuncio de la salida del acuerdo durante un evento en Pensilvania la noche del sábado.