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Excélsior

Los brasileños, en manifestaciones que movilizaron a cientos de personas en ciudades como Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia, defendieron hoy la legalización de la mariguana, en el marco de la Marcha Mundial de la Mariguana 2017, que se ha celebrado esta semana en varios países.

En una nueva edición de la tradicional marcha anual para defender la legalización de la mariguana en Brasil, que se realiza desde 2002, los brasileños protestaron específicamente en 2017 por el aumento del número de consumidores que llenan el ya hacinado y crítico sistema penitenciario del país.

«Quebrar las cadenas y plantar semillas» fue el lema de los manifestantes este año en marchas que ocuparon la emblemática Avenida Paulista, en el centro de Sao Paulo; el malecón de la playa de Ipanema en Río de Janeiro, y la Explanada de los Ministerios, la ancha avenida de Brasilia sobre la que se ubican los palacios sedes del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

El colectivo «Marcha de la Mariguana Sao Paulo», cuya convocatoria ocupó dos de las pistas de la Avenida Paulista frente al Museo de Arte Moderno (MASP), explicó en un manifiesto que su objetivo es criticar «las cadenas que siguen aprisionando a los usuarios».

El concejal Renato Cinco, que acompañó a los cerca de mil manifestantes en Río de Janeiro, aseguró que la crisis de las prisiones brasileñas se ha agravado por la cantidad de usuarios de drogas que son encarcelados pese a que podrían cumplir penas alternativas.

«El número de presos por drogas en Brasil saltó desde 31 mil en 2006 hasta 138 mil en 2016, lo que representa el 25 % de los presos en el país. El problema es que la mayoría absoluta de ellos fue encarcelado por ser usuario o por haber sido sorprendido con una cantidad irrisoria de mariguana. Eso solo sirve para empeorar el hacinamiento en el sistema carcelario», aseguró.

Pese a que las marchas transcurrieron sin incidentes, la Policía de Brasilia detuvo a ocho de los cerca de 500 personas que marcharon en la capital, entre los cuales tres menores de edad, por porte de pequeñas cantidades de mariguana.

Las marchas en las diferentes ciudades llamaron la atención por contar con personas disfrazadas de matas de mariguana, incluso una modelo en Sao Paulo que desfiló con el pecho prácticamente desnudo y solo cubierto por dos pequeñas cartulinas que simulaban una hoja de la yerba.

Los manifestantes también cargaron enormes envoltorios que simulaban cigarros de mariguana.

En las marchas también ganaron destaque los familiares de personas con enfermedades graves que pueden ser tratadas con derivados de la Cannabis Sativa y que defienden la legalización al menos del uso medicinal de la yerba.

En el Congreso brasileño son debatidos actualmente tres proyectos de ley destinados a legalizar la mariguana, entre ellos una iniciativa popular respaldada por 20 mil firmas que pide que la mariguana tenga reglamentación similar a las del tabaco y del alcohol.

Otra iniciativa, del diputado izquierdista Jean Wyllys, prevé la despenalización del consumo, la producción y el comercio de mariguana.

La «Marcha de la Mariguana» es realizada anualmente en diferentes ciudades brasileñas desde 2002, pero en sus primeras ediciones los manifestantes tuvieron que acudir a los tribunales para poder expresarse debido a que la Policía consideraba su mensaje como apología al delito.