Las fuerzas de seguridad de Venezuela dispersaron nuevamente con chorros de agua y gases lacrimógenos una marcha de la oposición en Caracas, que pretendía llegar al Ministerio de Interior, en el centro de la ciudad, para «exigir» el cese de lo que consideran «represión» en las protestas.
La movilización se vio interrumpida por un cordón de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militar) instalado en la autopista Francisco Fajardo, principal arteria vial de la capital, que bloqueó el paso y dispersó a los cientos de manifestantes.
Desde el lugar, el primer vicepresidente del Parlamento, el opositor Freddy Guevara, instó a los manifestantes a mantenerse en la autopista a pesar de la «represión».
Este pueblo está resteado (sin miedo), nos reprimen inútilmente (…) a pesar de la represión, aquí están estos valientes jóvenes luchando por el cambio», dijo en un video en Twitter.
La esposa del encarcelado Leopoldo López, Lilian Tintori, pidió por su parte «no más represión, no más bombas» desde la autopista, y aseguró que no solo no dejan que los opositores sigan su trayecto, sino que los agentes policiales «van avanzando disparando», aunque no especificó qué disparaban.
Por su parte, el diputado opositor Juan Andrés Mejías señaló que en el lugar hay heridos.
Hay personas que fueron impactadas por bombas lacrimógenas en los pies, en la cabeza, personas asfixiadas», indicó Mejías a un medio digital local.
La oposición salió desde varios puntos de la ciudad, algunos ubicados en el oeste de Caracas, desde donde algunos parlamentarios informaron que la GNB impidió que continuaran la trayectoria planteada.
Cientos de opositores salieron a marchar hoy hasta la sede del Ministerio de Interior y Justicia, para entregar un documento en el que piden que no haya «más represión» en las manifestaciones que se registran desde hace un mes y medio, algunas de las cuales han degenerado en hechos de violencia dejando un saldo de 45 muertos.
Los opositores responsabilizan de la «represión» al jefe de esa cartera, el ministro Néstor Reverol, así como al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.