Tengo 40 años de dar vida al Mago Frank y al Conejo Blas, pero en la Historia de Gazapo me doy vida a mí mismo, al transmitir un mensaje a las parejas sobre el amor y las relaciones, expresó el actor Francisco Suárez, a unas horas de presentarse en el auditorio de la Iniciativa Municipal de Arte y Cultura (IMAC).
Si bien ya son 12 años de presentar el monólogo, no deja de causar novedad verlo sin el personaje que lo hizo famoso y que ha hecho reír a generaciones. Lo que presenta ahora “es una obra poética, autobiográfica en cierto sentido, con la que te ríes mucho y también lloras. Es una historia de amor”.
Con 31 años de casado y padre de Enrique y Miguel Ángel, consideró que quizá la parte más importante de una relación es cuando uno descubre el paso de los años. “Los hijos se van y la pareja es la que permanece. Cuando uno dice: ‘Vamos a casarnos a prueba’, tiene que ser a prueba de todo. Por eso no hay que confundir el enamoramiento, que dura muy poco, con el amor”.
Para Francisco Suárez el respeto, es la base de todo, debe permanecer intacto en las relaciones, especialmente si se refiere a la privacidad del otro. “Yo no recuerdo que a mi papá le hubiera interesado abrir una carta dirigida a mi mamá y viceversa. Ahora es el celular, que acerca a las personas que tienes lejos, pero aleja a las que tienes cerca, cuando la importante es la que está aquí al lado”.
La Historia de Gazapo surgió de la casualidad. “Si soy mago es por tímido. Encontré en la magia un imán para que las personas se acercaran a mí. Tengo 50 años de mago, así que en la escuela, en el recreo jugaba a ser el maguito. Lo mismo la escritura. Nunca me atreví a decirle de frente algo a alguna niña. Entonces escribía en papelitos y los aventaba por debajo de la puerta o ponérselos en su mochila. Eso era chatear entonces”.
De todos esos mensajes conservó copias y cuando su esposa las encontró, por lo que se vio en la necesidad de reivindicarse con ella, a quien no le había escrito un solo verso. “Tengo que escribir todos los días, pero no para ti, para el conejo, le dije”, recordó entre risas.
Esta obra sobre todo hace reflexionar: “Algunas parejas se separan porque ya no sienten maripositas en el estómago. Yo digo que el amor empieza cuando la ilusión termina. Para que un matrimonio perdure no hay que vivir enamorado, hay que vivir amando. ¿Ya no funciona? Hay que hacerlo funcionar, darle mantenimiento, regalarse tiempo, salir juntos, salir solos pero juntos”.
Por eso invitó al público a presenciar esta historia, por primera vez en Xalapa, única función, este viernes 19 a las 20:30 horas en el auditorio del IMAC. Los boletos están a la venta en taquilla, en el Centro Recreativo Xalapeño (Xalapeños Ilustres e Insurgentes), Café Lindo (Primo Verdad 21) o al 228-120-14-18.