Los sherpas, habitantes de las montañas del Himalaya, han desarrollado adaptaciones metabólicas que permiten a los tejidos utilizar el oxígeno de forma más eficiente, según un estudio publicado hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La investigación, realizada por la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, considera que estos mecanismos contribuyen al buen desempeño que tienen los sherpas para lidiar con altitudes tan extremas.
Para saber cuáles son esos mecanismos de adaptación, los científicos analizaron dos grupos que ascendieron de forma gradual al Campo Base del Everest, ubicado a 5 mil 300 metros sobre el nivel del mar.
Precisamente, el estudio es parte del proyecto Xtreme Everest, que apunta a entender las respuestas del cuerpo ante altitudes extremas como la de la montaña más alta del mundo, que alcanza los 8 mil 848 metros.
Uno de los grupos estaba compuesto por investigadores que trabajaban en el laboratorio del Campo Base y el otro, por 15 sherpas.
De todos ellos, los científicos tomaron muestras de la sangre y de los músculos, para luego poder comparar.
En las muestras de los sherpas, los investigadores hallaron que las mitocondrias, los elementos de las células que producen energía, eran más eficientes incluso al principio de la investigación.
Una de las diferencias clave estaba en los niveles de fosfocreatina, una molécula que actúa como reserva de energía.
Luego de dos meses en la altura, los niveles de fosfocreatina caían en las personas de zonas bajas, mientras que en los sherpas subían.
En general, las medidas que tomaron los investigadores en la base no cambiaron luego con la altitud, lo que para ellos sugiere que las diferencias son innatas.
En el primer grupo, los resultados tendían a modificarse luego de un tiempo, lo que sugiere que esos cuerpos se estaban aclimatando.
“Nuestros resultados sugieren una base metabólica en la adaptación de los sherpas, que puede permitir a esta población sobrevivir y desempeñarse a una gran altitud. Estas adaptaciones también pueden apuntalar el superior desempeño de los alpinistas sherpas de élite a una altitud extrema”, sostienen los investigadores en el estudio.
Por eso, para los investigadores, aunque las personas de zonas bajas pasen tiempo a una elevada altitud y sus cuerpos se adapten, de todas formas no podrán igualar la eficiencia que los sherpas han logrado como una adaptación evolutiva.
Los resultados del estudio, según los investigadores, pueden ayudar a la comunidad científica a desarrollar nuevas formas de tratar la hipoxia, como se denomina la falta de oxígeno en los tejidos.