Localidades rurales que pertenecen al municipio de Agua Dulce se encuentran asentadas sobre ductos de Petróleos Mexicanos o sus accesos están sorteados por ellos, los cuales son visibles con los característicos señalamientos de color amarillo que indican la presencia de las líneas.
En la zona urbana, colonias como Cuauhtémoc, Los Pinos, Las Piedras, El Bosque, El Naranjal Díaz Ordaz o Mil Cinco, crecieron en lo que décadas atrás se trataban de terrenos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que fueron invadidos por los pobladores hasta crear asentamientos irregulares y, después, colonias.
En dichas colonias aún permanecen tuberías enterradas y peras que, aunque están clausuradas, han llegado a producir derrames debido al aceite que se acumuló adentro cuando sellaron las líneas y la falta de mantenimiento de las mismas por el abandono.
No obstante, en mayor peligro se encuentran ejidos como Miguel Alemán, Los Manantiales, Los Soldados y Cuauhtémoc, puesto que cerca de ellos pasan ductos que sí están operando; el caso más grave es el del “el aguacate”, en el ejido Miguel Alemán, que se encuentra sobre el kilómetro 33 de la carretera Agua Dulce–El Burro.
El acceso a esta comunidad está sorteado por decenas de señalamientos que advierten “no construir” por la presencia de ductos de alta presión bajo tierra, por lo que agregan “no cavar” y contar con un derecho de vía de 88 metros; estas señalizaciones son puestas por Pemex PEP.
Desde la carretera Costera del Golfo, en el carril Villahermosa–Coatzacoalcos, es posible observar el paso de los ductos de color blanco montados en estructuras de metal para cruzar áreas con desniveles entre los cerros de tierra, pero cerca del ejido Miguel Alemán, debido a su altura, estos todavía están enterrados.
De acuerdo con datos de Pemex, los ductos que atraviesan territorio de Agua Dulce en los ejidos Miguel Alemán y Los Manantiales provienen del Complejo Procesador de Gas La Venta y son de gas, mientras que los que afectan tanto a territorio de Las Choapas como los ejidos hidrómilos de Los Soldados y Cuauhtémoc también son gasoductos de 8 pulgadas que provienen de la batería Los Soldados y van hacia los pozos Brillante y Rabasa.
Reportes de fugas en estos ductos se han registrado desde el último lustro, pero mientras avanzan los años cientos de familias sobreviven sobre verdaderas ‘bombas de tiempo’, puesto que en el caso de las líneas clausuradas, la corrosión es la principal causa de las fugas, al tiempo que sobre las líneas activas, muchas de ellas no han tenido mantenimiento en décadas.
Los problemas económicos a los que se enfrenta la exparaestatal han afectado la capacidad de proporcionar mantenimiento preventivo y correctivo a los ductos que proveen gas a los diferentes complejos, sin embargo, una falla en ellos podría afectar severamente a la industria petroquímica de la región, pues dependen casi completamente del suministro.
El peor escenario en el caso de estas líneas es que se suscite una explosión, pues además de ser sustancias altamente inflamables, los cambios de presión en el caso de una fuga juegan un papel fundamental para que se produzca este hecho. En lo que va del año se han registrado explosiones en ductos en Veracruz, Hidalgo, Puebla, Jalisco y Nuevo León, con un saldo total de 7 personas muertas y decenas de heridos.
Por su parte, los pobladores de dichas comunidades han aceptado conocer el riesgo de vivir sobre gasoductos de PEMEX, sin conocer realmente el alcance y el peligro que representan estas estructuras subterráneas.
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