Mucho se habla del Bitcoin como una apuesta de inversión interesante, sobre todo porque en recientes fechas ha superado el valor del oro. En marzo de 2017, por primera vez en su historia emparejó su valor con el metal precioso.
En mayo lo superó con creces y se cotizó en 2 mil 800 dólares por unidad, aunque un día después cayó hasta los 2 mil 269 dólares.
Con esas cifras, por supuesto que parece una inversión interesante, pero su regulación aún tiene un camino largo por recorrer.
La posibilidad de convertir al Bitcoin en una moneda legal se ha visto limitada a lo largo de la historia, debido a las especulaciones que han surgido respecto a ella, como consecuencia de su empleo en transacciones ilícitas.
Se habla de que en junio China podría establecer regulaciones sobre las plataformas de Bitcoin y aplicar políticas antilavado de dinero. Y allí al parecer se realizan el grueso de las transacciones con el Bitcoin, operaciones destinadas en su mayor parte a evadir controles de capital y sacar dinero del país.
Además, no es la primera vez que vemos cómo el Bitcoin sube como un cohete para luego desplomarse desde elevadas alturas: sucedió también, por ejemplo, en 2013. Por tanto, no es la primera burbuja especulativa del Bitcoin.
Finalmente, el crimen cobra en Bitcoins. Es normal. Es la forma de ser retribuido sin ser rastreado y descubierto. Y al parecer es la moneda en la que los “hackers” pidieron que se les pagara tras el reciente ataque cibernético bajo la amenaza de que si no recibían el pago, sus computadoras serían bloqueadas.
Aunque no se sabe cuántas víctimas pagaron con Bitcoins, también pudo desempeñar algún papel en la elevada demanda de Bitcoins de estos días atrás.
Peor hay más: esta vez, el rally del Bitcoin se ha visto secundado por toda la pléyade de criptomonedas que han surgido a su sombra, las “Altcoins”.
Ahí están Ether, la segunda criptomenda más popular asociada al “blockchain” Ethereum y que en la última semana llegó a duplicar su valor, o Ripple. Actualmente, el valor de mercado de todas las divisas es de cerca de 70,000 millones de dólares (mdd) y el jueves llegó a los 90,000 mdd.
Por tanto, el Bitcoin y las Altcoins viven en estos días un gran frenesí. Quien haya invertido en ellos en el pasado estará feliz. Pero sigue siendo un territorio sin ley. Uno puede correr el riesgo y comprar pensando que, en una de esas, se hace millonario.
Pero en ese trance te puedes topar con “hackers”, terroristas y el crimen organizado, pistoleros que parecen ser los amos de esas llanuras. Quizás te vaya muy bien, pero algunas plataformas han sido hackeadas y los Bitcoins han desaparecido de sus cuentas. Y ahí estás a pecho descubierto, sin garantías de que te vayan a ser devueltos.