La cifra de muertos por la mayor tormenta en un siglo que azotó la víspera a Moscú y sus alrededores aumentó a 16, además dejó cerca de 200 heridos, unos 14 mil árboles derribados y al menos dos mil automóviles y 240 viviendas dañadas, según un balance publicado hoy por autoridades.
La fuerte tormenta con intensos vientos, granizo y lluvia torrencial causó 11 decesos en Moscú y cinco en la provincia homónina, la mayoría por la caída de árboles debido a las fuertes rachas de viento, que también derribaron espectaculares, según el Comité de Investigación de Rusia.
El evento meteorológico, con vientos de más de 100 kilómetros por hora, también causó cortes de tráfico y dejó sin electricidad a más de 24 mil personas en Moscú y en el distrito federal central de Rusia.
En tanto, las actividades en los aeropuertos capitalinos fueron suspendidas por algunas horas, cancelando 13 vuelos y atrasando otros 30, en especial en los de Domodedovo y Sheremetievo, según la agencia rusa de noticias Sputnik.
El alcalde de Moscú, Serguei Sobyanin, quien calificó la tormenta como una tragedia sin precedentes, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y aseguró que las autoridades toman las medidas necesarias para mitigar las consecuencias del desastre natural.
Los meteorólogos, que consideran la tormenta como la más mortífera en la capital rusa en más de 100 años, advirtieron que el clima en la región central de Rusia se mantendrá inestable durante varios días, incluso no descartan la repetición del fenómeno debido a la cercanía de un nuevo frente frío.
JMS