El desempleo juvenil en América Latina subió a 18.3 por ciento en el último año, región donde en la actualidad hay unos 114 millones de jóvenes en edad de trabajar, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), difundido en la semana.
“El desempleo juvenil aumentó en forma abrupta en el último año, pegó un salto de más de 3 puntos porcentuales, al pasar de 15.1 a 18.3 “, señaló el director de OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar Xirinachs, quien asistió hoy en Santiago al II Encuentro de Jóvenes de la Alianza del Pacífico.
“La situación, sin caer en alarmismos, la podríamos definir como dramática”, advirtió Salazar en la cita, donde también participaron el subsecretario de Estado para la Educación, Investigación e Innovación de Suiza, Josef Widmer y el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, entre otros.
Sostuvo que hace más de una década que no se registraba una tasa de desempleo juvenil tan elevada en la región. En este momento, 40 por ciento de los desempleados son jóvenes.
Hizo un llamado a invertir en los jóvenes para buscar solución a los problemas de alto desempleo e informalidad, en un momento en el cual en América Latina hay 9.9 millones de personas entre 15 y 24 años que buscan un trabajo sin conseguirlo.
Salazar explicó que además de un desempleo que triplica al de los adultos, los jóvenes deben enfrentar una tasa de informalidad más alta, estimada en 56 por ciento en promedio para la región. Esto significa que más de la mitad de los empleos disponibles para los jóvenes son en condiciones precarias.
“América Latina no está aprovechando a sus generaciones jóvenes en todo su potencial”, dijo Salazar.
Agregó que “existe una necesidad urgente de revertir la situación y las tendencias actuales para sacar provecho del bono demográfico y crear una sólida infraestructura de empleos de calidad y de trabajo decente para estos jóvenes”.
En su intervención destacó que para mejorar la situación laboral de los jóvenes es necesario abordar deficiencias en áreas como educación y entrenamiento, políticas activas de mercado de trabajo, promoción del talento y capacidad empresarial, derechos laborales, desarrollo productivo y tecnología.
“El futuro del trabajo para los jóvenes es una tarea conjunta de la política pública, del sector privado, de los movimientos sindicales, de las organizaciones de jóvenes y en la que muchos otros agentes de la sociedad civil organizada pueden contribuir”, dijo Salazar.
La reunión convocó a representantes de Ministerios de Trabajo y Educación de Chile, Colombia, México y Perú, así como de la Secretaría de Estado para la Educación, Investigación e Innovación del Gobierno Suizo, el Ministerio de Educación de Argentina, la Organización Internacional del Trabajo, el Banco Mundial, líderes del sector académico, empresarios y jóvenes.
El encuentro en Chile, realizado con el apoyo de la Iniciativa para los Jóvenes de la empresa Nestlé, convocó además a 37 compañías que participan del Acuerdo por la Empleabilidad Juvenil de la Alianza del Pacífico, que se propone ayudar a más de 17 mil jóvenes en los cuatro países en dos años con programas de entrenamiento práctico en el mundo laboral.