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Con información de RT

El pasado viernes en el estado de Nuevo Hampshire, Estados Unidos, durante una carrera de clasificación de un campeonato de arrancones (piques), uno de los coches participantes explotó luego de alcanzar más de 500 kilómetros por hora.

Según informaron medios locales, el vehículo, un Chevrolet Camaro rojo, voló en pedazos y se incendió segundos después de iniciada la competición a causa de la violenta explosión del motor.

Sin embargo, la piloto estadounidense, Courtney Force, quien se encontraba en su interior, no sufrió ninguna herida y logró salir del auto por su propio pie. Incluso, al día siguiente regresó a las pistas y obtuvo el segundo puesto en la prueba final.