México arriba a la Copa Confederaciones con el boleto al próximo Mundial casi asegurado y la tarea de borrar el recuerdo de hace cuatro años, cuando ni siquiera superó la primera etapa de aquel torneo en Brasil.
Aunque acaban de empatar 1-1 con Estados Unidos en el estadio Azteca, los mexicanos están invictos y son líderes en solitario del hexagonal final de la Concacaf con 14 puntos, luego de seis fechas. Es su mejor desempeño desde las eliminatorias para el Mundial de 2006.
Hace cuatro años, México sumaba ocho unidades a la misma altura de la eliminatoria, y en la Confederaciones sólo ganó un partido y se quedó fuera en primera ronda por primera vez desde la Copa Confederaciones de 2001.
«Queremos mejorar nuestro juego, seguimos construyendo un equipo que vaya en camino al objetivo que nos trazamos», dijo el técnico Juan Carlos Osorio, quien asumió el cargo a finales del 2015. «Mi objetivo muy personal y mi ilusión es alcanzar la posibilidad de las semifinales. Estamos en un grupo competitivo y en un torneo de elite, pero trataremos de competir de igual a igual contra el equipo local, el actual campeón de Europa (Portugal) y contra un rival de un estilo que no estamos acostumbrados (Nueva Zelanda)».
La meta parece ambiciosa, pero bajo el mando de Osorio, México sólo ha perdido dos partidos oficiales. Para lograrlo, el entrenador colombiano convocó a lo mejor que tiene a su disposición, fijando la Confederaciones como la prioridad del verano junto con la ya casi sentenciada eliminatoria mundialista.
Osorio contará en Rusia con figuras como Javier Chicharito Hernández, Carlos Vela y los hermanos Giovani y Jonathan Dos Santos, mientras que encarará la Copa de Oro de la Concacaf en julio con un plantel alternativo.
Trece de los jugadores fueron mundialistas en 2014 en Brasil, y se suman algunos nuevos rostros como Hirving Lozano y Orbelín Pineda, quienes redondean un sólido plantel que será puesto a prueba desde el debut el domingo contra Portugal en Kazán.
«No hay nada fuera de lo normal que estamos haciendo, trabajando duro para conseguir nuestros objetivos y vamos por buen camino», expresó el volante Héctor Herrera. «Hay un muy buen grupo de personas, más allá de jugadores. La unión y alegría es muy importante y aquí la hay con el staff y el cuerpo técnico. El seguir trabajando juntos, nos puede llevar muy lejos».
Los mexicanos luego se medirán el 21 de junio ante Nueva Zelanda en Sochi, y cierran la primera fase tres días después ante el anfitrión Rusia en Kazán.
«México por lo menos tendría que estar en la final, tiene muy buenos jugadores, muy buena selección y es importante trascender y marcar una pauta», dijo el ex jugador de la selección azteca, Carlos Hermosillo, quien trabajará en la Confederaciones como comentarista de la cadena Telemundo. «Siempre he creído mucho en el trabajo de Juan Carlos Osorio, con él pueden pasar todas las marcas donde México siempre se queda».
En Copas del Mundo, el mejor resultado de México es los cuartos de final, como anfitrión. El Tri ganó la Confederaciones de 1999, también como anfitrión.
México podría toparse en semifinales o la final con Chile, que el año pasado le propinó una paliza de 7-0 en la Copa América Centenario, el peor revés para la selección mexicana en un partido oficial. Esa es una de las dos derrotas del Tri desde que Osorio llegó al cargo a fines de 2015.