El defensa paraguayo Darío Verón, quien se despidió hoy de los Pumas de la UNAM, con el que jugó de 2003 a 2017 y del que fue capitán y uno de sus símbolos, aseguró que el equipo quedará ligado a él para siempre.
“Nunca me olvidaré la afición de Pumas, nunca me olvidaré del equipo y hasta la muerte voy a ser de Pumas”, dijo Verón a un centenar de hinchas del club que lo esperó a la salida del estadio Olímpico México 68, casa del auriazul, para rendirle tributo.
Antes, en conferencia, Verón dijo que era un día “muy difícil” para él y se dijo “orgulloso de mi persona porque representé a la universidad más importante de Latinoamérica”.
“Ojalá que Pumas siga ganado campeonatos porque es una institución grande”, expuso Verón, quien por instantes estuvo a punto de llorar.
Comentó que estaba “tranquilo y agradecido” con Pumas y recordó que dejó enseñanzas para los jugadores jóvenes a quienes advirtió que si quieren crecer en el fútbol “tienen que dedicarse mucho como profesionales y como personas”.
El defensa, de 37 años, agradeció a sus compañeros, al cuerpo técnico encabezado por Francisco Palencia y a la directiva que lidera el presidente Rodrigo Ares, quien le entregó una camiseta del equipo firmada por su familia.
El directivo indicó que el jugador tiene las puertas abiertas para recibir un partido de homenaje cuando se retire y que por ahora jugará en el fútbol paraguayo aunque no mencionó el club.
Hace un mes, Pumas anunció la salida de Verón, decisión que los hinchas no consideraron adecuada y que se vio envuelta en distintas versiones entre jugador, directiva y cuerpo técnico.
Originario de Misiones, Verón debutó como profesional con el Cerro Porteño (1999-2001), después vistió la camiseta del Guaraní (2001-02) y emigró al Cobreloa chileno (2003). Pumas se fijo en él por su buen rendimiento cuando enfrentó a los chilenos en la Copa Libertadores, por lo que fue contratado en ese mismo año.
Con los universitarios, Verón fue una de las figuras decisivas para la obtención de los títulos de los torneos Clausura y Apertura del 2004 y luego cumplió buenas actuaciones cuando los Pumas ganaron los títulos del Clausura 2009 y Clausura 2011.
Con esos logros y más de 500 partidos, Verón se apuntó como el mejor extranjero que ha militado en los Pumas y uno de los mejores foráneos que ha jugado en el fútbol mexicano.