Al menos cinco personas murieron y otras ocho resultaron heridas hoy en un ataque suicida perpetrado durante la hora del rezo contra una mezquita chií en Kabul, en un día de la festividad musulmana de Ramadán con especial afluencia en las rábidas.
Un atacante suicida se inmoló sobre las 20:55, hora local (16:25 GMT) en la cocina de la mezquita Al Zahra, en el oeste de la capital afgana, tras un breve intercambio de disparos con la policía que guardaba el lugar, indicó a Efe el portavoz de la Policía de Kabul, Basir Mujahid.
Las fuerzas de seguridad bloquearon el paso a dos insurgentes que pretendían acceder al interior de la mezquita para hacer detonar sus explosivos entre los fieles, lo que provocó un enfrentamiento y les llevó a parapetarse en la cocina, detalló la fuente.
“En 15 minutos un atacante fue abatido por la policía y el segundo hizo detonar sus explosivos en la cocina”, explicó Mujahid.
Además de los insurgentes, al menos dos civiles y un policía perdieron la vida en el ataque, en el que también sufrieron heridas otras ocho personas, la mitad agentes y los restantes fieles.
El ataque se produce en el vigésimo día de Ramadán, durante el que suníes y chiíes acuden en grandes números a las mezquitas y templos.
Los talibanes se desvincularon del ataque a través de un mensaje de su portavoz Zabihullah Mujahid en su cuenta de Twitter en el que afirmó que “nunca” atacan mezquitas.
La capital afgana sufrió el pasado 31 de mayo el peor atentado desde la invasión estadounidense en 2001, con la detonación de un camión cargado de explosivos que causó 150 muertos y más de 300 heridos a la entrada a la zona de alta seguridad de Kabul.
Los atentados contra la minoría chií son comunes en el país asiático, como el que se produjo el pasado julio contra una manifestación de la minoría chií hazara reivindicado por el grupo yihadistas Estado Islámico (EI) que causó 85 muertos y 400 heridos.
Afganistán vive un recrudecimiento de la violencia desde el final de la misión militar de la OTAN el 1 de enero de 2015, lo que ha hecho al Ejecutivo perder terreno ante los talibanes hasta controlar apenas un 57 por ciento del país, según datos de EU.