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SinEmbargo/Infobae

“Tuvimos que interrumpir nuestras vacaciones para venir” contaba orgulloso Márcio Bucar en 2012, cuando del otro lado del alambrado veía como su hijo de 7 años apilaba rivales en la prueba que realizó el club Flamengo.

Los ojeadores de la institución de Río de Janeiro no dudaron en seleccionar al pequeño, quien era el más joven entre los 300 niños que se presentaron, en un hecho histórico para el club. “Nunca habíamos elegido a alguien tan chico”, contaba en aquel entonces uno de los colaboradores del club.

Cinco años después, Lucianinho es parte del equipo Sub 12 de la institución carioca y es la envidia de sus compañeros. “Él es el mejor, puede hacer cosas que nosotros no”, explicó uno de los niños que forma parte del equipo.

El delantero cuenta con una pegada envidiable para su edad. Tanto en velocidad como de pelota parada, logra colar el balón por encima del portero en remates desde atrás de mitad de cancha.

Pero sus potentes y precisos disparos no son su único fuerte. El joven de 12 años es capaz de hacer con sus pies fantasías que algunos jugadores profesionales no puede. Además, sus corridas con la cabeza levantada y su sorprendente capacidad de lectura de juego lo han convertido en un gran asistidor.

“Con certeza es uno de los más destacados y tiene futuro en el escenario nacional”, aseguró uno de los colaboradores del Flamengo antes del inicio del Torneo Metropolitano Sub 12 que se disputa actualmente en Río de Janeiro.

Su padre, Márcio Bucar, contó que su rol es apoyar a su hijo y no presionarlo: “Estoy para acompañar como padre que su sueño se haga posible”.

Fanático de Neymar y de Cristiano Ronaldo, el joven ha llamado la atención del delantero del Barcelona, quien en 2016 le envió un mensaje de apoyo, luego de quedar alucinado por sus jugadas.

Las maniobras de Lucianinho han llamado la atención de varios clubes y en Europa ya señalan al Barcelona y al Real Madrid con algunos de los clubes interesados en el joven.