La industria azucarera estadounidense anunció hoy su apoyo al “acuerdo de principios” alcanzado a comienzos de mes para reanudar las importaciones de azúcar mexicano a Estados Unidos.
La American Sugar Alliance, que representa a los productores estadounidenses de azúcar, afirmó que respaldará el acuerdo anunciado el 6 de junio en Washington por los secretarios de Comercio de Estados Unidos , Wilbur Ross, y de Economía de México, Ildefonso Guajardo.
“Tuvimos conversaciones productivas con el secretario de Comercio, Wilbur Ross, la semana pasada y acreditamos que él está cien por cien dedicado a poner fin a la pérdida de empleo y daño causado por las prácticas de comercio depredador de México”, sostuvo en un comunicado el portavoz de la organización, Philip Hayes.
Según Hayes, “durante demasiado tiempo” a México se le permitió “eludir” las leyes comerciales de Estados Unidos.
Por su parte, en otro comunicado, Ross se declaró “contento” de que todas las partes implicadas coincidan en que el nuevo acuerdo sobre el azúcar “es justo”.
La disputa data de 2014, cuando las autoridades comerciales de Estados Unidos concluyeron una investigación sobre competencia desleal y subvenciones en el azúcar mexicano, y la Comisión de Comercio Internacional constató que esas importaciones perjudicaban a los productores locales.
Ese mismo año, Estados Unidos llegó a un compromiso con el Gobierno y los productores mexicanos que permitió la suspensión de aranceles compensatorios, pero las protestas de los productores estadounidenses llevaron al Departamento de Comercio a declarar, en diciembre de 2016, que el pacto “pudiera no estar funcionando”.
Como consecuencia, las autoridades mexicanas anunciaron en marzo que habían detenido temporalmente las exportaciones de azúcar hacia Estados Unidos para evitar sanciones y, ese mismo mes, Ross acordó con Guajardo retomar las negociaciones para modificar los acuerdos sobre el tema.
Gracias a este “acuerdo de principios” alcanzado ahora, Guajardo explicó en su momento que se mantendrá “el acceso sin aranceles” del azúcar mexicano al mercado estadounidense y dijo que la diferencia se centra en la división entre el porcentaje de azúcar refinado frente al crudo sobre el volumen total.
Anteriormente, el 60 por ciento era azúcar crudo frente al 40 por ciento refinado, mientras que ahora será de 70 crudo y 30 por ciento refinado.
Estas conversaciones sobre el azúcar han sido consideradas como un prólogo a la renegociación del tratado comercial TLCAN, en vigor desde 1994 y que ha sido objeto de duras críticas por parte del presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien acusa a México de aprovecharse del mercado estadounidense.