La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, dio marcha atrás a un segundo referendo independentista después del descalabro que sufrió en los comicios generales del pasado 8 de junio.
“Por lo tanto confirmo hoy que después de escuchar y reflexionar el gobierno escocés se desistirá del plan que propuse el pasado 13 de marzo”, señaló en el parlamento de Holyrood.
En marzo pasado el parlamento escocés votó con 69 votos a favor y 59 en contra en favor de una nueva consulta independentista a menos de tres años del referendo de septiembre de 2014.
“No vamos a buscar introducir inmediatamente una legislación para la realización de un referendo independentista”, anunció la política nacionalista.
El partido de Sturgeon, el Nacional Escocés (SNP por sus siglas en inglés), perdió 21 diputados en los recientes comicios de los 56 que tenía en el Parlamento de Westminster y los sondeos muestran que solo 43 por ciento de los escoceses quieren un referendo.
El plan de los nacionalistas escoceses era realizar el referendo entre octubre de 2018 y marzo de 2019 para coincidir con la conclusión de las negociaciones del Brexit.
Sturgeon insistió en que ofrecerá a los escoceses la oportunidad de decidir sobre su futuro y “darle a Escocia una segunda oportunidad al final de este proceso” de salida de la UE.
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, ha dicho en repetidas ocasiones que no es el momento para un referendo y que los escoceses deben esperar hasta que concluyan las negociaciones de salida de la Unión Europea (UE).
Sturgeon comentó hoy que el referendo podría realizarse en 2021. En el plebiscito de 2014 para separarse del Reino Unido, los escoceses votaron mayoritariamente (56 por ciento) por el “no” a una Escocia independiente.