En una jornada considerada histórica, el Parlamento alemán, el Bundestag, aprobó hoy por mayoría un proyecto de ley que contempla la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.
A tres meses de las elecciones generales, la decisión fue secundada por 393 diputados, de un total de 623, mientras que 226 parlamentarios se mostraron en contra y cuatro optaron por la abstención. La canciller alemana y líder de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU), Angela Merkel, votó en contra de la medida.
El texto establece que a partir de ahora el matrimonio puede ser contraído «por dos personas de sexo diferente o del mismo sexo».
Alemania se unirá así a los 20 países occidentales, entre ellos 13 europeos, que ya legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Alemania permite desde 2001 las uniones civiles de personas del mismo sexo, pero los homosexuales casados no gozan de plena igualdad jurídica y se les niegan determinados derechos, por ejemplo en áreas como la adopción.
En este sentido, la gran diferencia entre estas dos figuras legales, la unión civil y el matrimonio, es que la primera no permite en el país la adopción común, sino que uno de los miembros de la pareja es considerado el progenitor y el otro debe solicitar de forma posterior la custodia del menor.
La dirigente señaló que en los últimos años en Alemania se habían abolido «paso a paso» todas las discriminaciones que afectaban a las uniones de gays y lesbianas.
«Solo faltaba la cuestión de la adopción total de niños. A muchos les gusta recordar una respuesta que di en 2013 en torno a esta cuestión y de la que no estoy muy contenta. Pero en este tiempo he cambiado de posición y creo que la adopción para parejas del mismo sexo debería ser posible», argumentó.
«Pero para mí el matrimonio es el matrimonio entre un hombre y una mujer, de ahí que haya votado en contra», alegó la mandataria después de que a primera hora la Cámara baja alemana diese luz verde a la equiparación total de los derechos de los homosexuales.
No obstante, unos 75 diputados -casi uno de cada cuatro- de la CDU, amparados por la libertad de voto que esta semana les otorgó Merkel, apoyaron el matrimonio homosexual, a pesar de que su formación, de marcado tinte conservador, defiende a ultranza la familia tradicional.
Con la gran cita electoral del próximo 24 de septiembre a la vista, la aprobación del matrimonio homosexual en Alemania supone todo un terremoto político, dado que esta medida había sido rechazada de forma categórica por Merkel.
En los últimos 12 años que lleva en el poder, la dirigente bloqueó de forma sistemática cualquier iniciativa impulsada por otras formaciones a favor del matrimonio homosexual.
«Es un bonito día que ha sido duramente peleado», señaló tras la votación el líder del Partido Socialdemócrata (SPD) y rival de Merkel de cara a las legislativas de septiembre, Martin Schulz.
«El ‘Matrimonio para todos’ es una victoria para una sociedad abierta y libre», manifestó por su parte la Asociación de Lesbianas y Homosexuales LSVD sobre una votación que ha salido adelante en un momento en que a nivel internacional se festeja el «Orgullo Gay».
Un giro inesperado de la mandataria a principios de esta semana propició que, en tiempo récord, la iniciativa sobre casamiento homosexual se haya sometido a debate en la Cámara baja.
El punto de partida fue un acto celebrado este lunes en un teatro berlinés por la revista femenina Brigitte. En él, Ulli Köppe, un joven de 28 años, tomó la palabra en la ronda de preguntas abiertas al público para interrogar a Angela Merkel sobre su postura ante el matrimonio homosexual.
La respuesta no dejó indiferente a nadie: por primera vez, la dirigente se despegó de su «rotundo no» y abrió la puerta a la equiparación total de derechos para parejas homosexuales.
En cuestión de horas, todo se precipitó y se confirmó que la votación tendría lugar este viernes. Merkel, al verse presionada por su socio menor en el gobierno, el SPD, así como por otras fuerzas de la oposición, respondió con rapidez al desafío.
Cambió de postura, consciente de que debería abrir la puerta a la legalización del matrimonio homosexual para garantizarse posibles alianzas tras las elecciones legislativas del 24 de septiembre.
Tanto el SPD, su socio actual en el gobierno, como el partido de la oposición Los Verdes, y los liberales del FDP, actualmente sin representación parlamentaria pero a quienes las encuestas otorgan opciones de regresar con fuerza a la Cámara, fijaron la aprobación del matrimonio de personas del mismo sexo como una de las condiciones para sellar un pacto de gobierno.