La oposición venezolana convocó para mañana jueves a un “paro cívico” nacional de 24 horas con el fin de aumentar la presión sobre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para que retire su propuesta de realizar una Asamblea Constituyente.
La huelga nacional comenzará mañana jueves a las 06:00 hora local y se prolongará hasta las primeras horas del viernes.
Sin embargo, las acciones se adelantaron este miércoles, ya que los transportistas iniciaron una inesperada huelga para exigir aumento a las tarifas del pasaje, realizaron bloqueos de vías y a ellos se sumaron protestas encabezadas por el movimiento estudiantil.
La huelga de 24 horas fue convocada tras la consulta popular del domingo pasado, en la que la oposición afirmó que participaron 7.5 millones de electores que rechazaron la Constituyente, pero Maduro recalcó que se trató de una votación “inconstitucional” en la que apenas participaron 600 mil personas.
Además, el paro cívico es parte de las manifestaciones contra el gobierno, que ya superan 100 días de protestas en este año y han dejado 96 muertos, incluyendo a la mujer que falleció el domingo pasado durante la consulta, durante un ataque de pistoleros en el oeste de Caracas.
Las protestas contra Maduro comenzaron el 4 de abril pasado, después que la Asamblea Nacional (Congreso) acusó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de despojarla de sus funciones con dos sentencias.
La huelga de este jueves será precedida de una serie de protestas improvisadas por grupos opositores que bloquearon vías en distintas calles del este de Caracas, además de la huelga de los transportistas.
Los opositores señalaron que el paro del jueves formará parte del “mandato” popular que se pronunció el domingo pasado en la consulta, la cual fue organizada por la oposición, al margen del sistema electoral formal, votos manuales y sin protección militar.
El jefe de la Asamblea Nacional (Congreso), Julio Borges, indicó que después de la consulta del domingo llegó el momento de “hacer una presión máxima” sobre el gobierno, respetando los resultados del llamado “plebiscito”.
“Va a llegar el momento en el que todos debemos ponernos en posición de lucha para que Venezuela entera se ponga de pie”, indicó Borges.
Aparte de la presión interna de la oposición, Maduro enfrenta amenazas desde Estados Unidos para que retire la Constituyente, cuyos 545 miembros serán elegidos el próximo 30 de julio.
Maduro respondió que la elección se realizará, ya que el proceso constituyente “ya lo asumió el pueblo”.
La oposición llamó al paro cívico de mañana jueves, como parte de la ruta hacia la llamada “hora cero”, que implicaría una huelga general.
El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, señaló que si Maduro retira su iniciativa, la oposición está dispuesta a discutir de “manera abierta y transparente, de frente al país, propuestas serias que conduzcan a la superación política” de la crisis.
Recalcó que para ello, el gobierno debe aceptar el restablecimiento del orden constitucional “quebrantado” y respetar el mandato expresado por el pueblo en la consulta del domingo.
Las acciones alrededor del “paro cívico” se adelantaron este miércoles cuando los gremios de transportistas paralizaron el servicio para presionar un aumento en la tarifa de los pasajes, que están en una media de 150 bolívares y que pretenden se incrementen a 300 bolívares (alrededor de diez centavos de dólar a la tasa más alta del sistema cambiario controlado, que ronda los tres mil bolívares).
Los transportistas dijeron que con el pasaje a 150 bolívares están trabajando con pérdidas debido a los altos costos de las refacciones.