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Notimex

El coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en el Medio Oriente, Nikolai Mladenov, advirtió hoy que existe un riesgo patente de que la crisis actual entre Israel y Palestina derive en un “precipicio” de violencia que abarque a toda la región.

En una sesión en el Consejo de Seguridad de la ONU, Mladenov destacó que los acontecimientos de los últimos 11 días en los sitios sagrados de la ciudad vieja de Jerusalén han recordado lo fácil que resulta desestabilizar el frágil equilibrio entre Israel y Palestina.

“Los eventos que hemos presenciado en las últimas semanas son un recordatorio de qué tan fácil es alcanzar el precipicio de un peligroso escalamiento en Israel y los territorios palestinos ocupados”, afirmó el funcionario.

El funcionario señaló que la tensión reciente es una muestra de que la crisis entre Israel y Palestina se puede convertir en un “conflicto religioso” que puede arrastrar a ambos lados a “la violencia con el resto de la región”.

Mladenov se refería a los sucesos iniciados el pasado 14 de julio, cuando dos policías israelíes fueron asesinados por tres atacantes en la ciudad viaje de Jerusalén.

Como respuesta, Israel instaló dos días más tarde detectores de metales en la mezquita del Monte del Templo, generando una serie de enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes, que dejaron como resultado cuatro palestinos muertos.

La noche del lunes, luego de que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, anunciara el congelamiento de todo contacto con Israel, el gobierno israelí decidió retirar los detectores de metal de la entrada de la mezquita.

En ese sentido, Mladenov manifestó su esperanza de que estas medidas pudieran “evitar un ciclo de violencia que destruiría todos los esfuerzos de paz para el futuro previsible”.

“No debemos perder de vista la necesidad de retomar la perspectiva política y la importancia de hacer que palestinos e israelíes restauren un ambiente propicio para las negociaciones de un acuerdo sobre el estatus final y para evitar que el conflicto nacional israelí-palestino devenga en uno religioso”, apuntó.

El coordinador también consideró que las autoridades religiosas islámicas y los líderes palestinos pueden ayudar a mantener la calma en Jerusalén oriental y en el resto de la Cisjordania ocupada.