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Reuters

Las monedas de Brasil y México se debilitarán menos de lo que se pensaba previamente este año durante los próximos 12 meses, en momentos en que las bajas tasas de interés internacionales contrarrestan la incertidumbre política en América Latina, mostró el jueves un sondeo de Reuters.

Las nuevas predicciones se conocen luego de que el peso mexicano y el real brasileño tuvieran un comportamiento mejor que lo previsto en los siete primeros meses del 2017, llegando a sus niveles más fuertes en más de un año.

De todos modos, las estimaciones de los principales bancos y firmas de investigación sugieren que las monedas probablemente cederán parte de sus avances recientes.

Para el peso de México se prevé una cotización de 18.115 por dólar en 12 meses, frente a 18.5 en julio. La divisa estuvo más sólida que todas las otras principales de los mercados emergentes este año por la disminución de los temores a una guerra comercial con Estados Unidos.

Para el real de Brasil se espera un nivel de 3.35 por dólar en un año, desde 3.42 en la última encuesta.

Respecto a las otras monedas regionales, los estrategas cambiarios consultados por Reuters pronosticaron que el peso argentino se negociará a 18.865 en 12 meses, el peso chileno a 666.5, el peso colombiano a 3 mil 39 y el sol peruano a 3.38 por dólar .

En general, se anticipa que las monedas de los mercados emergentes se beneficiarán de la persistencia del apetito por activos de riesgo ya que la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE) se tomarían su tiempo para deshacer los estímulos monetarios.

Si bien el crecimiento económico de Estados Unidos mostró señales de aceleración, un repunte inesperadamente lento en los precios al consumidor generó escepticismo sobre el plan de la Fed para incrementar las tasas de interés una vez más este año y tres veces en el 2018.

Aparte, en Brasil se aplacaron en el corto plazo las preocupaciones de que las denuncias de corrupción contra el presidente Michel Temer pudieran descarrilar sus planes para ajustar el abultado sistema de seguridad social.