El Gobierno francés intentó este lunes parar las críticas lanzadas contra una formalización del rol de la primera dama.
Ante lo cual, aseguraron que no dispondrá de medios nuevos ni de remuneración y subrayaron que no prevén modificar la Constitución.
El Ejecutivo quiso parar la controversia en un momento en que una petición lanzada en la plataforma Change.org lleva más de 259 mil firmas contra la creación de un papel oficial para la pareja del presidente, Emmanuel Macron, Brigitte.
En la petición impulsada por Thierry Paul Valette, que se define como un «ciudadano comprometido», subrayaba que no hay ninguna razón para que la esposa del jefe del Estado obtenga un presupuesto procedente de los fondos públicos.
Su reclamación recuerda que la mujer dispone ya de un equipo de dos a tres colaboradores, así como de dos secretarias y de dos agentes de seguridad, y solicita que, en caso de querer darle un papel oficial, este sea sometido a referendo.
Por su parte, el portavoz gubernamental, Christophe Castaner, afirmó en Twitter que no se generará ningún cambio sobre el tema.
Ninguna modificación de la Constitución, ningún nuevo medio, ninguna remuneración para #BrigitteMacron. Basta de hipocresía», escribió.
El funcionario añadió en la red social que solamente quieren transparencia y enmarcar los medios de los que dispone.
Brigitte Macron, conforme a lo que tuiteó Castaner, desempeña un rol y tiene responsabilidades, mantiene un vínculo con los franceses con la mayor discreción y recibe actualmente más de 200 cartas al día.
En Francia no existe un puesto explícito como primera dama. La Constitución no prevé ese cargo ni le otorga a la esposa del mandatario función concreta alguna.
Macron prometió antes de llegar a la presidencia dar un estatus propio a la primera dama, pero según indicó hoy la cadena BFM TV, al final Brigitte no contará con un puesto oficial, sino que se redactará solamente una carta de la transparencia sobre su papel, que será difundida en los próximos días.
El Elíseo no se ha pronunciado de forma precisa sobre ese cambio de postura, pero en ese texto alternativo, según el canal, está previsto que, entre otros puntos, se detalle cuántos colaboradores tiene la primera dama y cuánto le cuesta al contribuyente.
Las críticas contra la oficialización de su rol habían sido manifestadas igualmente en las últimas semanas por la oposición de derechas e izquierdas, especialmente por la reciente aprobación de un proyecto de ley que prohíbe a los cargos públicos contratar a familiares.