El presidente de la Federación Regional de Cooperativas Pesqueras y Permisionarios de Veracruz, Tito Armando Zamudio Trinidad, manifestó que 15 mil pescadores de la zona de Alvarado resultaron afectados por las vedas de camarón de altura, robalo y camarón de laguna.
El líder pesquero estimó que la actividad bajó un 70 por ciento a consecuencia de las tres vedas que estuvieron vigentes en la región de Alvarado, lo cual provocó que no obtuvieran ingresos desde el 15 de junio a la fecha.
El entrevistado criticó que la veda de robalo, establecida por la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), se levante precisamente cuando la especie ya no se encuentra en la región.
“Estuvimos enfrentando tres vedas, de camarón de mar, camarón de laguna y de robalo, las tres están en la misma época, en realidad hemos sufrido un embate de pobreza y no hemos tenido el apoyo del gobernador y de nadie, del municipio tampoco; los pescadores hemos sufrido mucho ahorita, ya el 15 de agosto salió la veda de robalo pero sigue la del camarón de altura, no pudimos pescar robalo cuando había, ahorita ya desovó, ya regresó”, subrayó.
Tito Armando Zamudio Trinidad reconoció que los ingresos de los pescadores fueron mínimos durante el tiempo de las vedas.
Además, Zamudio Trinidad señaló que las autoridades municipales o estatales no se acercaron a los pescadores para ofrecerles apoyos durante el tiempo que no tuvieron actividad.
El presidente de la Federación Regional de Cooperativas Pesqueras y Permisionarios de Veracruz aseguró que la falta de ingresos obligó a los hombres de las redes a acudir a las casas de empeño con la finalidad de contar con algunos recursos para el regreso de sus hijos a la escuela.
“Ahorita los pescadores tuvieron que estar empeñando todo por el regreso a las escuelas, televisiones, grabadoras, estéreos, todo lo que tenían para poder ir a inscribir a sus hijos”, agregó.
Por último, el líder pesquero consideró que las autoridades de los tres órdenes de gobierno deberían apoyar al sector mediante programas de empleo temporal durante las temporadas de veda para evitar que sus familias padezcan necesidades.