La madrugada del martes, a más de dos meses sin producción, la refinería Antonio Dovalí Jaime de Petróleos Mexicanos (Pemex), en el puerto de Salina Cruz, comenzó a generar gasolinas y sus derivados.
Se espera que conforme transcurran los días se normalice la producción de derivados”, resaltó el representante regional de comunicación corporativa de Pemex, José Franco Azúa Juárez.
En su momento, la empresa informó que procesaba 230 mil barriles diarios de petroquímicos antes del paro técnico determinado en la refinería a causa de la inundación y posterior explosión.
La capacidad total de operación de esta refinería, la más importante del sistema nacional, es de 330 mil barriles diarios.
A finales del pasado mes de julio iniciaron las pruebas de arranque de las plantas, pero fue el martes cuando se obtuvo producto refinado.
El combustible refinado comenzó a bombear al área de la Terminal Marítima de Petróleos Mexicanos, ubicada a 10 kilómetros aproximadamente de la refinería, ya que casi 80 por ciento del producto sale vía marítima a sus diferentes destinos
La refinería de Salina Cruz, en el Istmo de Tehuantepec, se encarga de abastecer de combustibles a la costa del Pacifico, y de turbosina, a la Península de Yucatán.
Según especialistas en la materia, el cierre temporal de la refinería de Salina Cruz causó pérdidas a la empresa superiores a 359 millones de pesos diarios de combustóleo, gasolinas y otros petroquímicos; del 14 de junio a la fecha, se estima se perdieron unos 25 mil millones de pesos.
jcp