La fiscalía general de Brasil podría presentar una nueva denuncia contra el presidente Michel Temer por obstrucción judicial y asociación ilícita en los próximos días, semanas después de que el Congreso rechazó una primera demanda por corrupción.
El ministro de la Casa Civil, Eliseu Padilha, uno de los colaboradores más cercanos de Temer, dijo este lunes que las posibilidades de que haya una denuncia en los próximos días “son las mayores del mundo”.
El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, prepara según la prensa brasileña una denuncia contra Temer antes de dejar el cargo, a mediados de septiembre, tras perder una primera batalla para que el jefe del Estado fuera juzgado por el Supremo Tribunal Federal.
El 26 de junio, la fiscalía denunció a Temer por acusaciones de haber recibido medio millón de reales (156 mil dólares) de manera ilegal, del grupo brasileño J&F, pero el plenario del Congreso brasileño, cuyo aval es necesario para procesar al jefe del Estado, rechazó a inicios de agosto que la demanda siguiera su curso.
El voto de decenas de diputados contra la denuncia fue resultado de semanas de negociaciones políticas del Ejecutivo, y en caso de una nueva denuncia, Temer deberá volver a negociar con los parlamentarios para frenarla y evitar ser apartado del poder.
La Constitución y la legislación brasileña establecen que, en el caso de denuncia contra un jefe de Estado en ejercicio, un juez del Supremo Tribunal Federal debe analizarla primero y, en caso de considerarla procedente, enviarla al Parlamento para que apruebe o no la imputación.
Si dos tercios del Congreso brasileño votan a favor de su imputación, el presidente será apartado del poder por 180 días.
