Irma, considerado el huracán “más peligroso” de la historia en el Atlántico, y un terremoto de magnitud 8,2 registrado en México, el segundo más potente desde el año 2000, azotan hoy en conjunto a un atónito continente americano.
El ciclón, ahora de categoría 4, fue catalogado este viernes por la Organización Mundial de la Meteorología como el “más fuerte jamás registrado”, dado que ha sostenido como ningún otro vientos de casi 300 kilómetros por hora (km/h) y ha generado más energía que los ocho ciclones que han afectado previamente la misma zona.
Irma se mantuvo durante varios días como un huracán de categoría 5, la máxima, ha dejado unos 18 muertos y devastó a su paso varias islas del Caribe, entre ellas San Martin y Barbuda.
Los récords de esta formación natural incluyen el sostenimiento durante 37 horas de vientos de 297 km/h, más que lo registrado por el huracán Haiyan, que devastó Filipinas en noviembre de 2013 y mantuvo sus vientos a esa velocidad durante 24 horas.
Our CloudSat mission passed over Hurricane #Irma & looked beneath the cloud tops, unlike most other satellites: https://t.co/uraZrL9Nr6 pic.twitter.com/hVieRy1Pme
— NASA (@NASA) 8 de septiembre de 2017
También superó a Wilma, el huracán que ostentaba hasta ahora el primer puesto, tras causar destrucción a su paso en 2005 por la península mexicana de Yucatán, Cuba y Florida (EE.UU.), y dejar un saldo de 47 muertos y daños por 20.000 millones de dólares.
Según los meteorólogos, Irma ha logrado “con méritos” un espacio destacado en el listado de ciclones que en el siglo XXI han sido considerados como los más destructivos en su andadura por el Caribe.
Entre ellos está Patricia (2015), el huracán tropical más intenso en términos de presión atmosférica; Dean (2007), que dejó muertos en el Caribe y México; Katrina (2005), con 1.833 víctimas morales y daños desde Florida a Texas en EE.UU.; o Iván (2004), que abatió las Antillas Menores, Jamaica, Cuba, Venezuela y EE.UU.
En el caso de Irma, sin embargo, se esperan aún más afectaciones, pues ahora navega por costas cubanas y se prevé que al finalizar la semana alcance el estado de la Florida, en el sur de EE.UU., donde las autoridades han ordenado la evacuación de amplias zonas de Miami-Dade y de la línea costera de la península.
El mismo Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. ha mostrado su preocupación por el “huracán más potente de la historia” y ha pedido precaución a los ciudadanos y el acopio de víveres, mientras las proyecciones muestran un impacto directo entre el sábado y el domingo en Miami y su debilitamiento hasta llegar a Tennessee.
Esta preocupación por Irma, que está además es escoltado por otros dos ciclones en el Atlántico (Katia -categoría 2- y José -categoría 4-), se ha ampliado en las ultimas por otro desastre natural simultáneo: el impacto de un fuerte terremoto en la noche del jueves en México con una magnitud 8,2 en la escala de Richter.
El movimiento telúrico ya ha dejado al menos 50 muertos en el sur del país, de los que la mayoría se han contabilizado en el estado de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, según las autoridades locales, que reportan numerosos derrumbes de viviendas y cortes de energía.
Este sismo, con epicentro frente a las costas de Chiapas, en el sureste de México y que fue sentido en varios países de Centroamérica y generó una alerta de tsunami, es el segundo más potente desde el año 2000, solo por detrás del que azotó a Chile el 7 febrero 2010 con una magnitud de 8,8 en la escala de Richter.
En territorio chileno, fallecieron 526 personas y el sismo fue seguido de un tsunami que devastó las costas del país suramericano.
En cuanto a magnitud, el mexicano también supera al terremoto de 7 en la escala de Richter que asoló Haití el 12 enero 2010, dejando unos 316.000 muertos, 1,6 millones de personas sin hogar y miles de heridos, así como una subsecuente crisis que aún afronta el país.
Este movimiento telúrico registrado en México recuerda al sucedido en 1985, de una magnitud similar de 8,1, una réplica de uno anterior que causó 10.000 muertos, según fuentes oficiales, y 45.000, según la Coordinadora Única de Damnificados.
En el caso del sismo de este jueves, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, pidió no bajar la guardia porque, precisamente, se pueden producir fuertes réplicas, aunque “menores”.
Hasta el momento, tras el terremoto se han producido 266, la mayor de ellas de magnitud 6,1 en la escala de Richter.