El poderoso huracán “María” dejó hoy daños “severos” en las infraestructuras y viviendas de Puerto Rico durante las seis horas en las que su ojo azotó la isla caribeña después de devastar a inicios de esta semana las islas de Dominica y Guadalupe, donde ha dejado al menos nueve muertos.
Tal es el destrozo que provocaron los vientos de 250 kilómetros por hora que trajo “María”, de categoría 4, que el gobernador boricua, Ricardo Rosselló, pidió al Presidente de EU, Donald Trump, que declare la isla zona de desastre.
En una entrevista telefónica con GFR Media, propietaria del diario El Nuevo Día y otros medios, Rosselló trazó un panorama de lo que “María” ha causado hasta ahora, desde desbordamiento de ríos e inundaciones hasta una marejada ciclónica que ha llegado a 1.7 metros y olas superiores a 6 metros.
El mandatario dijo que, aunque el centro de “María” salía, algo debilitado, por el norte en la costa entre Barceloneta y Arecibo al mediodía después de tocar tierra seis horas en Yabacoa, en el sureste de la isla el peligro todavía es real.
“La cola de huracán va a traer a Puerto Rico más lluvia y más viento”, dijo Rosselló, que advirtió que los rescatistas no pueden salir a cumplir sus funciones hasta que los vientos bajen a 50 millas por hora (80 km/h), por lo que carecen de reportes sobre los efectos en muchas zonas, incluido posibles víctimas.
Tras dejar atrás Puerto Rico, “María” ha cedido parte de su fuerza y mantiene ahora vientos de 115 millas por hora (185 km/h) y se dirige hacia el noroeste a 12 millas por hora (19 km/h), por lo que pasará esta noche y el jueves sobre aguas cercanas a la costa nororiental de República Dominicana.
Una de las primeras consecuencias del paso del huracán fue la pérdida de fluido eléctrico en casi toda la isla, que acompañó a la caída de las telecomunicaciones, según el director de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres de Puerto Rico, Abner Gómez.
El daño en las estructuras es tal que la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Ruiz, instó a los ciudadanos a que comiencen el racionamiento ya que, anticipó, van a “estar cuatro meses sin luz”, en declaraciones recogidas por el diario El Nuevo Día.
Una de las principales preocupaciones a estas horas es la importante crecida de varios ríos de la isla y las riadas y deslizamientos de tierra que puedan producir las intensas lluvias, que pueden ser de 12 a 18 pulgadas (de 304 a 457 milímetros), aunque en zonas aisladas podrían alcanzarse las 25 pulgadas (635 mm).
Entre otros, el río Grande de Loíza y el río La Plata, en el norte de Puerto Rico, se salieron de su cauce debido a las fuertes precipitaciones y el aumento del nivel del mar que provoca el huracán “María” en la isla, que según el NHC es de 6 a 9 a pies.
Usuarios en Facebook han publicado un video del Río Guamaní a su paso por el pueblo de Guayama que muestra una riada por las calles del municipio convertido en sus propias palabras en un “animal”.
“María” superó a Irma como el huracán más poderoso de la temporada, con una presión de 909 milibares, horas antes de alcanzar la costa de Puerto Rico, que no recibía un ciclón de categoría 4 desde 1932.
Precisamente Irma pasó por la costa noreste de Puerto Rico a comienzos de este mes, provocando tres muertes, para cerca de una cincuentena de fallecidos en el Caribe y numerosos daños materiales.
Tanto “Irma” y “María” alcanzaron vientos de categoría 5 en la escala Saffir Simpson, la máxima, y han asolado al Caribe en apenas 15 días en una activa temporada ciclónica en la que también “José”, de categoría 4, amenazó las Antillas Menores la pasada semana.
Antes de llegar a Puerto Rico, “María” devastó varias Antillas Menores como las Islas Vírgenes de EU, Guadalupe y Dominica, donde dejó en conjunto un saldo de al menos nueve muertos.
La Prefectura de Guadalupe confirmó dos muertos y dos desaparecidos, mientras que Hartley Henry, asesor del primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, reveló esta madrugada que al menos siete personas murieron por el paso de “María” sobre la isla.
En un correo electrónico enviado a medios locales, Henry indicó que se produjo una “pérdida tremenda” de viviendas y edificios públicos y pidió ayuda urgente para llevar a la isla comida, agua y material para construir refugios para los cientos de personas que perdieron sus casas.
La Unidad de Coordinación de la Agencia para el Manejo de Emergencias en Desastres del Caribe (CDEMA, por su sigla en inglés) ha destacado que resultaron dañados entre el 70 por ciento y 80 por ciento de los edificios en Dominica, al igual que carreteras y puentes.
Henry dijo que la isla quedó “devastada” y que temen que la cifra de muertos pueda aumentar con el paso de las horas, cuando se vayan abriendo las rutas a zonas rurales de la isla.