El juez Nicholas Garaufis, de la corte del distrito este de Nueva York, consideró hoy que los plazos impuestos por el gobierno federal de Estados Unidos para terminar el programa de deportación diferida o DACA, son “inaceptables” y “no tienen corazón”.
En una audiencia sobre la demanda presentada de manera inicial por el inmigrante mexicano indocumentado Martín Batalla Vidal, Garaufis se mostró indignado por la decisión del gobierno de eliminar el DACA y de imponer plazos que consideró arbitrarios para su suspensión.
“Es francamente inaceptable para mí como estadunidense y como ser humano”, expresó Garaufis luego de que los abogados del gobierno informaran su decisión de mantener el plazo del 5 de octubre como fecha última para renovar los permisos del DACA.
Más adelante, Garufis añadió: “Ésto es una democracia que opera bajo la Constitución. Éstas son personas (los jóvenes DACA) que han crecido en Estados Unidos, y ustedes no pueden venir a la corte a defender una posición que no tiene corazón”.
Garaufis también destacó que se alegraba de haber nacido en el estado de “Nueva Jersey y no en la Ciudad de México, para no tener que pasar por esto”.
El juez determinó recibir los argumentos de las dos partes en los plazos que propusieron los demandantes. En esos argumentos el gobierno federal deberá explicar las razones por las que decidió eliminar el programa DACA en perjuicio de cientos de miles de personas.
En ese sentido, Garaufis dejó en claro que los afectados no sólo serían los 800 mil jóvenes beneficiarios de DACA sino millones de individuos más, incluidos sus familiares y las personas que dependen de ellos, social y laboralmente.
Batalla Vidal ingresó a principios de septiembre una demanda modificada contra la eliminación de DACA, a la que se han unido seis jóvenes adicionales y la organización Se Hace Camino Nueva York.
La demanda cuestiona la legalidad de terminar el DACA debido a que las razones del gobierno federal parecen hacer blanco específico de un grupo: Los mexicanos. El 78 por ciento de los beneficiarios del DACA son mexicanos.
En la próxima audiencia, fijada para enero próximo, Garaufis escuchará los argumentos orales de ambas partes, para luego tomar una decisión sobre la legalidad o no de la decisión del gobierno federal.
Carlos Vargas, estudiante universitario que emigró hace 27 años del estado de Puebla y quien es otro de los demandantes, declaró que el juez “mostró compasión” por los jóvenes DACA y por la comunidad a la que pertenecen.
“No sólo mostró compasión por los 800 mil beneficiarios de DACA que están en riesgo de perder su estatus, sino que mostró compasión con la comunidad: Los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos”, señaló Vargas.
