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EFE

Un estudio elaborado en las ciudades peruanas de Cerro de Pasco y La Oroya reveló hoy que los 24 niños de la muestra presentan niveles de arsénico, plomo, cadmio y mercurio por encima de los estándares permitidos debido a su exposición a relaves y emisiones de la minería y metalurgia en esas localidades.

El estudio realizado en el Instituto de Salud Pública de Quebec se llevó a cabo en 2016, a solicitud de la Red de Propuesta y Acción Muqui, que congrega a 29 instituciones de comunidades asentadas en zonas mineras del país.

Los análisis de cabello, sangre y orina a los menores, de entre 3 y 15 años de edad, arrojaron que todos presentaron de forma predominante niveles elevados de las especies de arsénico más peligrosas que son las inorgánicas y producen cáncer.

Asimismo, 15 de los niños de Cerro de Pasco, considerada la capital minera del Perú, y 3 menores de La Oroya excedieron el estándar del ministerio de Salud para plomo en la sangre.

En el caso del mercurio, 12 niños de la muestra superaron el estándar de medición oficial por la orina, y en cadmio cuatro de los menores excedieron el estándar oficial.

El médico que estuvo a cargo del estudio, Fernando Osores, explicó a EFE que “hay un daño real a la salud que el Ministerio de Salud no quiere aceptar”, pues no ha establecido una política sanitaria para atender a la población expuesta a metales pesados.

Uno de los niños analizados, Benjamín, de 6 años, perdió la visión de su ojo izquierdo hace tres años debido a la presencia de un retino blastoma y su madre Lourdes Mendoza se quejó de la indolencia del Estado.

“Sólo nos dicen que no va a salir el plomo de su cuerpo y que salgamos de Cerro de Pasco” para tener alguna mejoría, dijo Mendoza a los periodistas.

“Benjamin y todos los niños como él tienen un riesgo inaceptable de exposición crónica a metales, que son altamente venenosos para el ser humano, y mucho más para un niño que está en periodo de desarrollo”, indicó Osores.

Según el médico, Benjamin tiene “un crecimiento anómalo de células retinales, un retinoblastoma, que ya le ha hecho perder un ojo y que posiblemente le haga perder el otro, y cuyo pronóstico no es para nada halagüeño”.

Además, explicó que hay niños que presentan problemas conductuales, hiperactividad y dispersión en la atención, que son producidas debido a la contaminación crónica por el plomo.

“Tienen niveles de 20 y 30 microgramos de plomo (cuando el estándar oficial está en 10 microgramos) y niveles históricos permanentes encontrados por el ministerio”, anotó.

El tratamiento para eliminar los metales pesados en el organismo es la quelación, “pero llegar a ese tratamiento es aceptar que el Estado fracasó en impedir que la población se enferme”, afirmó Osores.

El director de la Red Muqui, Javier Jahnke, expresó que hay una falta de voluntad política del Estado de atender este tema, que está vinculado al respeto de los derechos humanos en el acceso a la salud.

Por su parte, el regidor Jaime Silva, del distrito Simón Bolívar en Cerro de Pasco, recordó la declaratoria de emergencia ambiental en su localidad debido a la existencia de más de 2 mil niños con plomo y otros metales en su organismo, según un estudio elaborado en 2009 por la universidad italiana de Pisa.

“El Gobierno central poco o nada viene haciendo para enfrentar la contaminación por metales pesados. Es un tema que el gobierno no quiere atender ni aceptar”, declaró Silva tras haber participado en una veintena de mesas de diálogo con el Ejecutivo.

Silva demandó al Estado una política de atención especializada en contaminación por metales pesados, una clínica con expertos y la aprobación de las guías protocolo de atención médica por intoxicación con metales pesados.