La divulgación de miles de documentos oficiales hasta ahora secretos relacionados con el asesinato del Presidente John F. Kennedy tiene en ascuas a historiadores y detectives de salón. Esperan a ver si el Presidente Donald Trump bloqueará la apertura de archivos que podrían echar luz sobre una tragedia que ha generado teorías conspirativas durante décadas.
El Archivo Nacional debe dar a conocer antes del 26 de octubre los últimos archivos secretos relacionados con el asesinato de Kennedy en 1963 a menos que Trump disponga otra cosa. La CIA y el FBI, cuyos archivos constituyen la mayor parte del paquete, se niegan a revelar si le han pedido al Presidente que los mantenga cerrados.
“La opinión pública estadounidense merece conocer los hechos, o al menos merece saber qué les ha ocultado el Gobierno durante todos estos años”, dijo el profesor Larry Sabato, autor de un libro sobre Kennedy, en un correo a The Associated Press. “Hace tiempo ya que debió dar a conocer esa información”.
Los documentos difícilmente contendrán grandes revelaciones sobre el asesinato de Kennedy, dijo el juez John Tunheim, presidente de la agencia independiente que decidió en los años de 1990 qué archivos saldrían a la luz y cuánto tiempo permanecerían cerrados los restantes.
Sabato y otros estudiosos de la vida de Kennedy creen que podrían echar luz sobre el viaje del asesino Lee Harvey Oswald a Ciudad de México semanas antes del asesinato, durante el cual visitó las embajadas soviética y cubana. La razón que dio Oswald fue que quería obtener visas para ir a Cuba y la Unión Soviética, de acuerdo con la Comisión Warren, el organismo investigador creado por el presidente Lyndon B. Johnson, pero es mucho lo que no se sabe sobre el viaje.
La información secreta a ser divulgada incluye detalles sobre los acuerdos de Estados Unidos con México para vigilar estrechamente ésas y otras embajadas, dijo Tunheim, juez federal en Minnesota.
Los expertos también esperan conocer el informe completo del viaje de Oswald a la capital mexicana realizado por personal de la comisión de la cámara baja que investigó el asesinato, dijo Rex Bradford, presidente de la Fundación Mary Ferrell Foundation, que publica archivos sobre asesinatos.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a los pedidos de declaraciones.