Un país que no aparece en los mapas, no desfila bajo ninguna bandera en los Juegos Olímpicos, a pesar de tener una. La república separatista de Transnistria no es reconocida por ningún país miembro de las Naciones Unidas y menos por Moldavia, dentro de cuyos límites se declaró soberana en 1990.
No es reconocida por ningún gobierno y es desconocida por la mayoría de los humanos del planeta. La pequeña república de 555 mil habitantes se abre paso sin que nadie le dé órdenes, tiene más de 25 años de historia, orquestados entre excentricidades y naufragios, sumergidos en una gran burbuja que los mantiene alejados del mundo.
Es el último país europeo en sostener los emblemas comunistas y embadurnar las calles con martillos y estatuas de Lenin que remiten a una época no tan feliz para el continente.
En su mayor parte, es una zona rural y no recibe muchos turistas ya que llegar al lugar es una odisea. Solo se puede acceder por tierra mediante sus dos fronteras, la de Moldavia o Ucrania.
Una vez en sus límites, no existen sellos de esta nación para el pasaporte, solo se brindará un comprobante y diez horas para permanecer en el lugar. En caso de querer pasar la noche en la nación inexistente, deberán saber de antemano el nombre del alojamiento y la dirección.
Dentro de la ciudad olvidada en el tiempo, la mayoría de los turistas que la visitaron explicaron que es un destino al que no le pasó el tiempo y que lejos está de pertenecer al mundo, ya que las personas que lo habitan en él no parecen estar molestas de que así sea.
La única empresa que se encarga de proveer alimentos, películas e incluso de armar los torneos de futbol se llama Jeff y así es que la ciudad tiene al menos un supermercado con algunos productos de afuera.
La moneda oficial de Transnistria es el rublo transnistrio, de plástico y sin ningún tipo de valor fuera del territorio, ya que tampoco se reconoce el dinero fuera de las fronteras.
La vida rural, los concursos de belleza y los juegos deportivos parecen ser lo único que le da vida y realismo a esta nación que se encuentra en un conflicto legendario con Moldavia por no querer pertenecer a ella.
Transnistria es uno de los tres países no reconocidos por el mundo, a pesar de tener una bandera, habitantes, moneda propia y frontera. Esto no es suficiente para que salga de la zona de conflicto con Rusia y lejos está de ser considerado por Naciones Unidas.