El papa Francisco rechazó hoy con firmeza en el Vaticano las condenas a pena de muerte y afirmó que son inadmisibles por ser «una medida inhumana que humilla la dignidad personal».
Se debe afirmar con fuerza que la condena a pena de muerte es una medida inhumana que humilla la dignidad personal», dijo Jorge Bergoglio en el Vaticano durante una audiencia que mantuvo con los participantes en un encuentro promovido por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
El Papa consideró que la pena de muerte «perjudica fuertemente la dignidad humana» y destacó que «es contraria al Evangelio».
Se decide voluntariamente suprimir una vida humana, que es siempre sagrada a los ojos del Creador y de la que Dios, en última instancia, es el único juez y garante. Ningún hombre, ni un criminal, pierde nunca su dignidad personal», subrayó.
A nadie, por tanto, se le puede quitar no solo la vida sino la posibilidad de una redención moral y existencial que torne en favor de la comunidad», añadió.
Finalmente, destacó que «por muy grave que sea el delito cometido, la pena de muerte es inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona».