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EFE

Cientos de bomberos que combaten la ola de incendios forestales que afecta a California, se preparaban hoy para el regreso de fuertes vientos que amenazan con seguir propagando los siniestros, que han dejado al menos 17 muertos y tres mil 500 edificaciones destruidas.

Una veintena de incendios han arrasado desde el pasado domingo unas 76 mil hectáreas de varios condados del norte de California, incluyendo las afamadas regiones vitivinícolas de Napa y Sonoma.

El Servicio Nacional del Clima (NWS) emitió un aviso de fuertes vientos para la zona afectada a partir de las 17:00 horas locales de este miércoles (00:00 GMT) con predicciones de vientos de hasta 50 kilómetros por hora, con ráfagas de 65 kilómetros por hora, sin avistamiento de lluvias.

Los incendios, propagados rápidamente por los vientos, han obligado a evacuar a mas de 25 mil personas de decenas de pequeñas comunidades , que se han quedado vacías a merced de las llamas en siete condados al norte de San Francisco.

Los evacuados han saturado docenas de refugios que los funcionarios estatales se esfuerzan por acondicionar para proporcionar servicios más eficientes.

Muchas de las personas desalojadas dejaron sus casas sin nada, y los funcionarios reconocieron que podrían pasar semanas antes de que algunos de los damnificados puedan regresar a lo que queda de sus hogares.

En el condado de Sonoma, cinco mil personas se encontraban este miércoles instaladas en 36 refugios, reportaron las autoridades.

En la comunidad de Santa Rosa, en el condado de Sonoma, al norte de San Francisco, cientos de viviendas fueron destruidas por los incendios este lunes y martes.

Santa Rosa fue afectada por el incendio de Tubbs, el más grande de todos los que están activos hasta ahora. Dicho siniestro ha provocado la muerte de 11 personas desde que comenzó el domingo pasado, convirtiéndose en el más mortal de California en los últimos 14 años.

Las autoridades prevén que el número de muertos aumente: el sheriff del condado de Sonoma, Robert Giordano, dijo este miércoles que unas 560 personas están reportadas como desaparecidas, a pesar de que los cuerpos de rescate ya han localizado a otras 100 personas que estaban extraviadas.

Giordano explicó que las rápidas evacuaciones y la falta de comunicación telefónica en el área dificulta la localización de las personas, por lo que no está claro si los desaparecidos han sido víctimas de los incendios o simplemente han sido incapaces de comunicarse con sus familiares.

«Esta ha sido una de las semanas más mortales a causa de incendios que hemos experimentado en los últimos tiempos», declaró el subdirector adjunto del Departamento de Bosques y Control de Incendios de California (CalFire), Daniel Berlant.

La extensión de la zona devastada motivó que el presidente Donald Trump emitiera la víspera una declaración de desastre para el área y aprobara ayuda de emergencia federal para California, en respuesta a una solicitud enviada por el gobernador Jerry Brown.

La declaración, anunciada por el vicepresidente Mike Pence durante una visita a la Oficina de Servicios de Emergencia del estado, cerca de Sacramento, proporciona fondos inmediatos para la limpieza de escombros y suministros para los centros de evacuación, entre otras ayudas.

La causa de los incendios sigue sin conocerse hasta el momento, mientras los esfuerzos se centran ahora en el combate a las llamas.

El jefe de bomberos de CalFire, Ken Pimlott, señaló que la posibilidad de que el fuego se iniciara a causa de un rayo es «mínima». Precisó que en California, el 95 por ciento de los incendios forestales son iniciados por personas, de manera accidental o intencionalmente.