Bruce Arena anunció este viernes su renuncia como seleccionador de fútbol de Estados Unidos, tres días después de que el equipo quedara eliminado para el Mundial de Rusia 2018.
“El mayor privilegio para cualquier entrenador es dirigir el equipo nacional de su país y ahora que dejo hoy ese cargo me siento honrado y agradecido por haber tenido esa oportunidad dos veces en mi carrera”, dice Arena en un comunicado.
La salida del entrenador se produce después de que la selección no lograra la clasificación, tras haber perdido por 2-1 ante Trinidad y Tobago el partido de la última jornada del Hexagonal final de la Concacaf.
Arena admite que se trata de un “gran golpe” para el equipo y dijo que ahora toca “hacerse preguntas” para saber cómo se puede mejorar, pero pidió que se reconozca “el crecimiento y los tremendos logros” que se han alcanzado en los últimos años.
“Obviamente la gran decepción es para nuestros aficionados, como alguien que lleva en este mundo más de cuarenta años, ver cómo ha crecido el apoyo al fútbol en Estados Unidos es increíblemente gratificante”, añadió.
Finalmente, aunque aceptó que ahora vienen “tiempos difíciles”, dijo creer firmemente que el fútbol en el país está yendo “en la buena dirección” y con el talento de los jugadores y el trabajo que se está haciendo “el futuro por delante es luminoso”.
Arena, de 66 años, tomó las riendas del equipo en noviembre pasado en sustitución del alemán Jürgen Klinsmann, que fue despedido después que el equipo perdiera los dos primeros partidos del hexagonal final.
El entrenador ya estuvo al frente del equipo nacional desde 1998 a 2006, cuando fue retirado por el presidente de la Federación de Estados Unidos, Sunil Gulati, tiempos después de caer en primera ronda en el Mundial de Alemania.
Arena, nacido en Nueva York y que ha sido entrenador de clubes como New York Red Bulls o Los Angeles Galaxy, logró su mayor triunfo al meterse en los cuartos de final de la Copa del Mundo de Corea del Sur-Japón 2002.