Las nuevas reglas del sector petrolero trajeron a estos personajes a escena. Individuos que hicieron carrera en empresas del sector, principalmente.
Ellos llegaron a la “virginidad” del ramo energético privado mexicano, en donde encuentran ahora la factibilidad para desarrollar su sueño: crear sus propias compañías petroleras. Estos, los pequeños, pelean espacios con las más grandes del mundo, que siguen a manera de prueba en el país, con una pequeña parte de sus inversiones globales, pero también con grandes oligarcas mexicanos que quieren su parte del negocio.
“La transformación del sector petrolero mexicano recién ha comenzado y creemos que en los próximos años veremos nuevos actores emergiendo a lo largo de la cadena de valor, desde exploración y producción hasta gasolineras y empresas de servicios”, señala Alejandro Demichelis, director del banco de inversión Hannam & Partners, ubicado en Londres.
Los recientes descubrimientos de reservas potenciales en los pozos Zama, Mitzon y Amoca, todos en aguas someras, por las empresas privadas Sierra Oil y Eni son muy atractivos a nivel global por su tamaño, calidad del petróleo (crudo ligero) y su competitividad económica, explica el inversionista.
“Estos hallazgos suman recursos estimados de entre 500 y mil millones de barriles de crudo ligero. Para ponerlo en perspectiva, esto equivale a casi un 15 por ciento de las reservas totales de crudo ligero y superligero de Pemex, declaradas a comienzos de 2017”, precisa el directivo de Hannam.
El grupo que incluye a líderes de nuevas empresas como Sierra Oil & Gas y Vista Oil & Gas, pero también a los representantes en el país de gigantes como Exxon y Shell, conforma un nuevo sector petrolero nacional que para el resto de los mexicanos ofrece, por primera vez, acceso a algunos empleos en el ramo que no están vinculados al sindicato petrolero de Pemex y contratos que no están sujetos a las opacas negociaciones con la empresa productiva del Estado.
Los empleados de estas compañías también podrán utilizar en solo tres años las máquinas necesarias y tomar decisiones que a petroleros de pasadas generaciones les llevaba el triple de tiempo, apunta un relevante miembro del gremio.
Los nuevos petroleros de grandes o pequeñas empresas van por perforación de pozos, pero también por transporte de energía y la venta directa al consumidor. Lo más visible: nuevas marcas gasolineras que prometen, de inicio, lo más simple: dar litros de a litro en un mercado acostumbrado a que quien le vende, le robe combustible. A diferencia de los franquiciatarios de Pemex, la rentabilidad de su negocio está en las tiendas de conveniencia adyacentes a las bombas.
“A medida que el mercado petrolero mexicano privado madure, estamos convencidos que veremos también un cambio en el perfil de inversores con empresas de mayor tamaño, fondos institucionales internacionales y de pensiones, teniendo un rol mucho más protagónico que hasta ahora”, explica Alejandro Demichelis.
Hoy las empresas enfrentan el descrédito por parte de representantes de la extrema izquierda y la incertidumbre de una elección que podría cambiar la tendencia política que les dio acceso al nuevo y lucrativo negocio.
El dogma impulsado por la educación pública de un Pemex poderoso, pero maltratado, pesa más que la narrativa de las ineficiencias de la compañía provocadas por su sindicato y el Estado que gozaron del control pleno de una industria que corrompieron y empequeñecieron.
IVÁN SANDREA
Fue quien firmó los primeros contratos de una licitación privada para producir crudo en México desde la expropiación de 1938. Este locuaz venezolano estudió la apertura del sector energético desde que Vicente Fox “tiró” al PRI en 2000.
Geólogo por formación y petrolero por ascendencia familiar, Sandrea lo hizo casi todo dentro de la industria: desde proyecciones para BP y el banco de inversión Merrill Lynch, hasta desarrollar negocios y estrategia para Statoil o cabildear en los pasillos de la OPEP en Viena como analista del famoso grupo petrolero. También fue director de la firma Energy Intelligence en Londres y tiene un fuerte interés por la academia.
Su gran golpe en México consistió en conseguir el capital y los socios necesarios para apostar durante la primera licitación de la Ronda 1, cuando la participación de Sierra Oil salvó al gobierno de salir con las manos vacías en el concurso inicial de su tipo. Y la apuesta fue más que compensada con el descubrimiento del pozo exploratorio Zama-1, cercano a Tabasco, en el que Sierra participa junto a Talos Energy y Premier Oil.
El descubrimiento cuenta con recursos prospectivos equivalentes a por lo menos mil 400 millones de barriles de crudo, según las empresas. Algo así como dos años de la producción total mexicana en la actualidad.
MIGUEL GALUCCIO
Otro sudamericano que ya hizo historia en poco tiempo en México. Galuccio viene de dirigir la emblemática petrolera estatal argentina YPF, tras la nacionalización impulsada en 2012 por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En esos años, había decidido cortar su promisoria carrera ejecutiva en el gigante de servicios petroleros Schlumberger y volver de Londres a Buenos Aires para tomar las riendas de la empresa, en un periodo marcado por las disputas con su anterior dueño, la española Repsol.
“El Mago”, como se lo conoce a este ingeniero de 49 años, llevó a YPF a ser el mayor productor en reservas no convencionales después de EU.
Pese al breve tiempo que lleva en México, Galuccio ya logró que su empresa, Vista Oil & Gas, sea la primera petrolera que opera en la Bolsa Mexicana de Valores.
“México es una de las principales oportunidades que tenemos hacia adelante”, aseguró Galuccio a Bloomberg Businessweek en una entrevista reciente. “En la visión de largo plazo de la compañía, México es un país con un montón de recursos disponibles, exactamente el tipo que queremos”.
Por cierto, hace apenas unos meses Galuccio volvió a la compañía de sus amores, Schlumberger. Esta vez fue como miembro del Consejo de Administración.
CARLOS RUIZ SACRISTÁN
Este licenciado en administración de empresas por la Anáhuac encabeza Ienova, la compañía que representa los esfuerzos de la californiana Sempra Energy en México.
Lo suyo son los ductos, transportar hidrocarburos producidos por alguien más con tal astucia que la compañía alcanzó un valor de más de 10 mil millones de dólares, hasta junio, que se comparan con los 5 mil 694 millones de 2016, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Ruiz Sacristán inició su carrera en Banco de México en la década de los setenta en calidad de trader. Llegó a una subsecretaría de Hacienda en los noventa y en ese tiempo y por unos cuantos días, estuvo al frente de Pemex.
Tiene sillas en los consejos de administración del banco Ve Por Más, de la poderosa familia Del Valle, en México, que también posee la petroquímica Mexichem; y en Southern Copper, empresa de Grupo México, del polémico concesionario de minas, Germán Larrea.
El líder de Ienova entrega tales resultados a Sempra, que la presidenta de la compañía, Debra Reed, estima oportunidades de negocio por unos 45 mil millones de dólares en la transportación de combustibles en México. De ese tamaño la encomienda.
ENRIQUE HIDALGO
Es un ávido consumidor de libros de historia, particularmente la relacionada con los hechos de la expropiación petrolera de 1938.
También es el presidente de Exxon Mobil en México en donde acumula más de 10 años de trabajo.
Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana y la maestría en leyes y diplomacia, y el doctorado en filosofía en la Fletcher School of Law and Diplomacy.
Es un gran conversador y quizá la persona más informada de las actividades de exploración y producción de hidrocarburos que se llevan a cabo en México. Durante la década pasada formó parte de los consejos editoriales de Energía en el periódico Reforma.
Su red de contactos lo llevó a encabezar la conformación de la AMEXHI, la primera asociación de los representantes del negocio de los hidrocarburos en México, establecida a partir de las reformas estructurales en materia energética.
Exxon, la gran petrolera estadounidense, ya obtuvo un contrato dentro de las rondas de licitaciones que la Comisión Nacional de Hidrocarburos lleva a cabo en México. Eso significó, sin duda, la conclusión de una meta en su carrera.
ALBERTO DE LA FUENTE
Estudió Economía y Relaciones Internacionales en el ITAM, de donde salió para integrarse al gobierno mexicano. En el sector público trabajó en la oficina de la Presidencia y en la Secretaría de Energía. Además, cursó una maestría en Economía e Historia en Oxford, y otra más en Administración en la Australian School of Business, en Sidney.
Desde julio de 2012, es presidente y director general de Shell México, la versión nacional de esta gigante petrolera europea, que luego de llevarse un contrato dentro de las rondas de concesiones para la producción de hidrocarburos en las licitaciones de la CNH, manifestó abiertamente su intención de competir seriamente con Pemex en el negocio de la venta al menudeo de gasolina en el país, ofreciendo además de combustible, servicios de café y bocadillos que incluso podrían darle un fuerte susto a los accionistas de Starbucks en México.
De la Fuente preside además el gremio de los nuevos petroleros en México, la AMEXHI. Vaya, habla por todos ellos oficialmente.
BENIGNA LEISS
El primer socio que tuvo Pemex para participar en proyectos de producción de petróleo tras la reforma energética fue esta mujer, quien ostentó desde 2004 la dirección general de Chevron Energía de México.
Administradora por la Universidad de Chile y maestra en Economía Internacional por la Universidad de Surrey, tiene más de 25 años de experiencia en el sector petrolero, 12 de ellos enfocados en México.
Una de las razones por las que Pemex se decantó por Chevron entre un amplio abanico de opciones para asociarse, es que la empresa que representa Leiss tiene una experiencia casi inigualable en el Golfo de México. Por si fuera poco, la petrolera ya instaló estaciones de servicio en Sonora, Baja California y Sinaloa, las primeras con su marca en América Latina. El objetivo es seguir expandiendo el número de estaciones en otros estados del país.
Aunque suele manejar un perfil bajo, tal parece que el reflector inevitablemente recaerá sobre Leiss en el futuro.
ROLANDO VÁZQUEZ
La sencillez de este director de Oxxo Gas puede engañar. Ascendió en la compañía por méritos a raíz de que instaló la primera estación del gigante Femsa hace 20 años. Se graduó en administración de empresas en el Ipade y obtuvo una maestría por el Tec de Monterrey en la misma práctica.
En su tarea diaria pesa la representación en el sector energético de un corporativo cuyo valor ya supera los 40 mil millones de dólares y que pronto podría invertir 6 mil millones de dólares en su crecimiento, particularmente en las tiendas Oxxo y las gasolineras Oxxo Gas.
El negocio en ese sector entrega a Femsa márgenes de apenas 1.1 por ciento, de acuerdo con análisis de JP Morgan. Pero el combustible de cuyos establecimientos abre de a tres por mes lleva gente a sus populares tiendas, mismas que entregan un margen del 10.6 por ciento.
Oxxo Gas es el socio clave que Pemex busca en el norte del país, pues Femsa Logística, hermana del primero, se apunta para distribuir combustibles tan lejos como pueda.
EMILIO LORET DE MOLA
Antes de que iniciaran los efectos de la reforma energética, sus franquicias de Pemex ya ostentaban el 10 por ciento del mercado de gasolina de la península de Yucatán, por arriba incluso de la influencia de la familia Mouriño, en una región clave por su vulnerabilidad. Pemex carece ahí de ductos, lo que incentiva la importación, principalmente a un empresario con capacidad instalada de transporte de combustibles como él.
Ahora, su marca Lagas, contenida en su grupo Lodemo, emigró rápidamente al esquema de tienda de conveniencia con gasolinera, cambiando la imagen de sus estaciones y abriendo nuevas. La jornada diaria de trabajo de 14 horas de Loret de Mola apunta al centro del país como destino próximo.
Se trata del heredero de una dinastía yucateca propietaria, entre otros bienes, de la fábrica de productos de harina Dondé. Disfruta de navegar en el mar tanto como de su familia.
Sus amigos cuentan la anécdota del barco que construyó cuando la marca Sunseeker no satisfizo sus necesidades de diseño. Terminó haciendo con sus manos su propia embarcación tal como la quería y nombrándola claro, Sunseeker.