La guatemalteca Rigoberta Menchú defendió hoy en Perú la educación con inclusión como herramienta para preservar y fortalecer la paz social, durante un homenaje en su honor por el vigésimo quinto aniversario del premio Nobel de la Paz que le otorgaron en 1992.
Menchú fue distinguida en Lima durante la jornada inaugural de la cumbre del Pacto de América Latina para una Educación con Calidad Humana (Palech), que reúne en la capital peruana desde hoy y hasta el viernes a docentes y especialistas educativos de doce países, entre ellos España, Colombia, México, Puerto Rico y Nicaragua.
La indígena de la etnia maya quiché explicó que en el mundo hay unos 4.000 millones de jóvenes, de ellos 160 millones en América Latina, que tienen entre 15 y 29 años, a los que hay que educar no solo con conocimiento, sino también con valores como el respeto y la tolerancia.
“Esperamos que nuestra iniciativa no caiga en el vacío y sea recogida por los centros educativos y los gobiernos para contribuir a que la humanidad no sea intolerante, irrespetuosa y violenta”, dijo Menchú, quien es desde 2015 miembro honorario del Palech.
La defensora de los derechos humanos resaltó en una conferencia de prensa que episodios violentos como la masacre ocurrida recientemente en Las Vegas (Estados Unidos) “es un profundo llamado de atención al pueblo americano, porque no se puede vivir promoviendo las armas y la intolerancia”.
Preguntada por la violencia machista en Perú y en el resto del continente, Menchú abogó por proteger a las víctimas con una legislación como la de Guatemala, que contempla la esclavitud sexual y doméstica como delitos de lesa humanidad.
También apostó por “reeducar” a la mujer en una cultura de denuncia, “porque el crimen que no se investiga es un crimen que queda en la impunidad”.
Menchú señaló además que “la invisibilización de los pueblos indígenas es el crimen más horrendo que se ha convertido contra ellos y otros grupos minoritarios” y advirtió que “los que se oponen a la diversidad son los que se benefician de la intolerancia”.
La activista reconoció que este año ha sido muy intenso, con muchas actividades por el cuarto de siglo que cumplió su premio Nobel, y apuntó que en ese período su fundación, que lleva su propio nombre, ha acompañado muchos proyectos de calidad humana.
Al homenaje a Menchú acudió el excandidato a la Presidencia de Perú César Acuña, fundador de la Universidad César Vallejo (UCV), institución que la premio Nobel de la Paz visitó hace dos años y a la que regresará nuevamente en noviembre en otra visita por Perú