El plenario de la cámara baja de Brasil votará la semana próxima si es procedente que el presidente Michel Temer sea investigado por asociación ilícita y obstrucción, o si archiva la demanda penal contra el mandatario, como ya sucedió en agosto con la primera denuncia, por corrupción.
El próximo miércoles, el plenario de la Cámara de Diputados –que debe dar su aval para procesar al jefe de Estado- votará para analizar si aprueba que la denuncia presentada a mediados de septiembre pasado siga su curso o sea desestimada.
La víspera, una comisión parlamentaria que analiza de forma preliminar el asunto aprobó por mayoría (39 votos a favor, 26 en contra y una abstención) que se rechace la denuncia, aunque se trató de una votación no vinculante.
Los 513 diputados del Congreso –donde Temer ha mostrado hasta ahora tener apoyos mayoritarios- serán quienes decidan si dan trámite a la denuncia presentada el 14 de septiembre por el entonces fiscal general, Rodrigo Janot.
El fiscal Janot acusó a Temer y a dos de sus ministros más próximos de integrar una “organización criminal” que practicaba “acciones ilícitas a cambio de sobornos, por medio del uso de diversos órganos públicos”.
Si dos tercios de la cámara baja brasileña (342 diputados) votan a favor de su imputación, el presidente sería apartado del poder por 180 días, mientras que si la denuncia no obtiene suficientes apoyos será rechazada en la sede legislativa.
El 26 de junio pasado, la fiscalía general de Brasil ya había denunciado a Temer por corrupción, pero el plenario del Congreso rechazó a inicios de agosto que la demanda siguiera su curso.