Abriendo el abanico, podríamos decir que el PRI tiene candidato para la Gubernatura del 2018 en dos Yunes, Héctor y Pepe… y en una de ésas, se incluiría hasta al alcalde Juan Manuel Diez Francos. Es decir, tres opciones. En el caso de Morena, todo indica que Cuitláhuac García ha de ser la carta con la que han de jugársela. Al parecer no hay otra figura. En el PAN, parece que se enfilan a que sea el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, porque dijeran en el PRI, la caballada está flaca.
Sí, hay quien pudiera decir que también en Morena por haber solo uno, salvo una ligera diferencia: Al menos Cuitláhuac ya recorrió el camino. Sí, igual pudieran refutar que Yunes Márquez igual conoce el sendero cuando fungió como funcionario federal en Sedesol en la época de Calderón y así, entonces, se pudiera nivelar al menos en este caso, con Cuitláhuac, porque en el caso de los otros Yunes, los del PRI, en kilometraje, al de Morena y al del PAN les llevan mucho recorrido.
II
Si acaso Miguel Ángel Yunes Márquez llega a ser candidato a Gobernador, no sólo tendrá que luchar contra su propio apellido, que si bien es una marca registrada, en lo que llevamos de este siglo, al menos doce años ha estado presente de una forma u otra en diversas elecciones, que van desde el Congreso local, el federal, senaduría y gubernatura, ya sea por el PAN o PRI… tendríamos que checar en la elección de alguna sociedad de padres de familia o para Jefe de Manzana, pero es seguro que pudiéramos encontrarnos con la sorpresa de que allí estaría un Yunes compitiendo.
Yunes Márquez tendrá que cargar además con el peso de ser el hijo del Gobernador que ha de competir por el puesto que ocupa hoy su padre. ¿Válido? Al menos no hay Ley que lo impida, y quienes menos cara tendrían para decir algo, serían los priistas, quienes tienen en los Moreira, el ejemplo. Humberto Moreira dejó la Gubernatura de Coahuila y en la siguiente administración, la ganó su hermano Rubén, y “el voto democrático” del ciudadano no ve ni cacicazgos ni nepotismos. Ahora que siendo sinceros, a veces no se necesita ser familiar para “heredar” un cargo, y en Veracruz lo vivimos con Fidel Herrera y su hijo putitivo, Javier Duarte de Ochoa.
III
Muy aparte de todo esto, hay algo que llama la atención con el inusitado movimiento del alcalde de Boca del Río por diversos puntos de Veracruz… le cuento:
No se sabe si es austeridad, desconfianza o se han de sentir «muy chingones», pero a donde quiera que va Miguel Ángel «Chiquiyunes» Márquez, llega con un grupo muy compacto a su lado que no supera los dedos de una mano. Imaginen: llega con su asistente personal, su «Hugo Sánchez» región Boca; llega con el secretario general del PAN, Carlos Alberto Valenzuela González; además, va el Señor del Billuyo, Omar «El Cariño» Miranda, y se remata con dos asistentes de Valenzuela. En términos simples, puede ser austero porque hasta donde se sabe, «el Cariño» es más marro que el martillo de Thor; ¿desconfianza? más bien estrategia; y de lo «muy chingones», se verá al tiempo… cuando a la hora de tomar decisiones se vea de qué lado masca la iguana.
IV
Aunque no lo crea, pero dicen (conste: dicen) que si bien el Gobernador tiene vara alta por ser tal, en el Congreso local y en el PAN, Pepe Mancha ha marcado el territorio peor que gato de barrio, tan es así, que si hay un asunto que atender en materia legislativa, se tiene que pasar el filtro «manchado», que si bien para algunos es como una «muestra de cortesía» del Ejecutivo, igual son los valores entendidos que hay entre quién es el panista Número 1 de Veracruz y el Gobernador. Esto, en respuesta al porqué va “El Cariño” Omar Miranda, tesorero del blanquiazul, a los recorridos de «Chiquiyunes» donde cuenta sus grandes experiencias como «alcalde triunfador»… el Grupo Xalapa quiere mantener el control incluso hasta del Junior, y más cuando Omar Miranda se está jugando ser el Número 1 en la lista de Pluris para el siguiente Congreso…
V
Pero volviendo al tema central, es decir, la caballada flaca del PAN con un solo candidato por la gubernatura este 2018 (que eso no implica que sea débil el aspirante, más bien sería “devil”), si las cosas fueran diferentes, si hubiera más panistas con liderazgo, con marca colocada (como el apellido Yunes) o simplemente populares, es posible que estuviéramos viendo competir por la Senaduría a “Chiquiyunes” y en un remoto caso, no tendríamos en “Chiquinando” a un alcalde electo porteño que, en la lógica simple, pareciera que hicieron al revés el proceso, es decir, insisto, si las cosas fueran diferentes, tendríamos a Fernando Yunes Márquez compitiendo por la Gubernatura al igual que los otros dos senadores; y a su hermano Miguel Ángel buscando la Senaduría… pero la pauta al final, es claro que para no variarle, la va marcando un Yunes… el Gobernador, hasta donde el PAN se lo permita.
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