“La Democracia en México.”

En el presente año el reconocido sociólogo e historiador mexicano Pablo González Casanova está festejando sus 95 años de vida. González Casanova además de ser un destacado escritor ha ocupado importantes cargos educativos en nuestro país como ser Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la actualidad es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, y en su trayectoria como investigador y escritor tiene una amplia obra publicada de consulta obligada a los interesados en profundizar sobre temas de sociología y política, tal es el caso de su obra más influyente titulada: “La Democracia en México.”
El libro fue publicado en 1965, en éste trabajo de investigación González Casanova con datos duros analiza las estructuras políticas, económicas y sociales del país. El historiador a la información documentada que nos proporciona, le agrega su interpretación y análisis de porque en México tenemos una Democracia muy particular, y sobre todo alejada de los principios teóricos elementales que rigen al sistema democrático.
González Casanova en el capítulo I titulado “La Estructura del Gobierno”, apunta: “El texto constitucional de México –como el de los demás países latinoamericanos – se inspira en las ideas de la Ilustración Francesa y de los constituyentes de Filadelfia. Las ideas de Rousseau sobre “la soberanía popular”, las de Montesquieu sobre la división y equilibrio de “los tres poderes” y las de los “contrapesos y balanzas” del poder estatal, a que se refiere Madison en El Federalista, son el fundamento teórico-jurídico de nuestras constituciones. En la realidad, la estructura del gobierno y las decisiones políticas van por caminos distantes de los modelos ilustrados del siglo XVIII y principios del XIX.”
Un punto importante que aporta en el estudio consiste en que, para González Casanova un sistema democrático funcional tendría que ir reduciendo los niveles de pobreza y desigualdad social, esto en México no ha sucedido porque en nuestras leyes hemos trasplantados las ideas modernas e ilustradas, pero eso no implica que por antonomasia vivamos esa modernidad, y a partir de la discrepancia entre teoría y realidad seguimos sumidos en el subdesarrollo y mucho tiene que ver en ello nuestra historia política corrupta, autoritaria, antidemocrática, burguesa y oligárquica.
En la obra se explica la estructura de Gobierno en México, el nacimiento del PNR, PRM hoy PRI como Partido único y hegemónico, el empoderamiento y supremacía del Poder Ejecutivo sobre los poderes Legislativo y Judicial, el sindicalismo oficial, la función limitada de los Partidos políticos opositores, el papel de la Iglesia como ente de poder, los sectores reales de poder que operan junto al Estado como son los empresarios, la inversión extranjera, en general el estudio sistemático realizado a través del método del estructural funcionalismo, se encarga de presentarnos hasta el año 1965 la realidad política, económica y social de México.
Si bien el ensayo abarca los primeros cincuenta años del siglo pasado y todavía se encuentran temas vigentes en la obra, en muchos aspectos en México hemos cambiado, aclarando que no es lo mismo cambiar que mejorar, pero es importante tenerlo presente. El ejemplo de lo apuntado son el movimiento estudiantil del 68, la reforma política del 77, la perdida de la mayoría en el Congreso en 1997 por parte del Partido que gobernaba, la sucesión presidencial del 2000, son hechos que sin ninguna duda nos ponen en un contexto de análisis diferente, ya no vivimos en el México donde existía una sola voz, un sólo Partido, ahora bien, hoy existe un sistema oligárquico de intereses que incluye partidos, empresarios, iglesias, televisoras, etc. que perversamente se unen cuando tienen que hacerlo con el único fin de mantener el poder por el poder.
Por lo antes expresado, González Casanova apuntó: “En efecto, para que se logre el desarrollo, o lo que éste realmente significa –aumento y redistribución del producto –se requiere pensar en términos no solo de política económica –y dentro de los limites tradicionalmente asignados a la política económica –, sino en términos de ciencia política y de sociología económica. Esto es, se necesita pensar radicalmente no solo con las categorías que usa el economista, sino con las categorías que usa el político, aquellas que lo inducen a tomar decisiones en materia de inversiones, gastos, salarios, mercados, decisiones que para frecuente desesperación del economista no corresponden a sus modelos de desarrollo, apartados por lo común de los problemas políticos reales, operantes. ¿En qué forma la estructura del poder en un país como México condiciona y limita las decisiones que corresponden a medidas de simple crecimiento económico?”
Economía, política y sociedad en el estudio van unidas, para González Casanova la democracia no sólo es el proceso electoral donde se eligen a los gobernantes, considera que el sistema democrático hecho gobierno debería mejorar la vida de los países y sus gobernados, por una parte teniendo un verdadero desarrollo económico y por otra una mejor distribución de los recursos, sin olvidar que el tercer factor de estudio es la sociedad civil la cual en estos últimos años también ha evolucionado, y es precisamente la sociedad activa la que puede contribuir a cambiar y mejorar la actual realidad, en esta parte del análisis utilizaré la pregunta que González Casanova se hace en el planteamiento del problema del estudio:
“¿Hasta qué punto es posible modificar la estructura del poder para lograr el desarrollo económico?”
La respuesta está en usted, por ahora me despido con una máxima ilustrada de Montesquieu que resolvería en gran medida los problemas de éste país: “La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie.”
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