El ministro de Defensa británico, Michael Fallon, renunció por haberse comportado en el pasado de manera inapropiada la cual “estuvo muy por debajo de los altos estándares que se requieren en las Fuerzas Armadas”.
La renuncia sucede tras acusaciones contra el político conservador y otros miembros del parlamento de Westminster.
“Un número de denuncias han surgido contra miembros del parlamento en días pasados incluyendo algunas acerca de mi conducta previa”, señaló en su carta de dimisión.
Agregó que “muchas de estas (acusaciones) son falsas” pero aceptó que su conducta no tiene el nivel requerido para encabezar las Fuerzas Armadas.
Tras el escándalo de abuso sexual de prominentes figuras del espectáculo como el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein y el actor Kevin Spacey, la primera ministra Theresa May ordenó que se investiguen los alegatos de acoso sexual en contra de políticos.
En una carta hace tres días la primera ministra pidió al presidente de la cámara baja que se apliquen los procedimientos necesarios para investigar alegatos de acoso y abuso sexual por parte de miembros del parlamento.
La política conservadora aceptó la renuncia del ministro de Defensa quien ha sido funcionario público en la administración de cuatro primeros ministros y miembro del parlamento en distintos periodos desde 1982.
Analistas políticos consideran que Fallon renunció ante nuevos alegatos de conducta dudosa que podrían salir a la luz pública en los próximos días.
Previamente el político se había disculpado por haber puesto su mano en la rodilla de una periodista durante una cena del Partido Conservador en 2002.
La periodista en cuestión Julia Hartley-Brewer aseguró en una entrevista con la televisión Sky News que la disculpa fue aceptada y que “esa no es la razón de la renuncia”.
