En Coatzacoalcos surgió una organización que ayuda a las personas con adicción a la comida, se llama Comedores Compulsivos Anónimos, su labor es la de ofrecer un programa de recuperación a la compulsión por los alimentos.
Farith es uno de sus integrantes y explicó cómo detectó que tenía un problema compulsivo al momento de comer.
“Cuando ya sientes vergüenza; veo los paquetes de tacos, veo todo lo que me comí y digo, no puedo creer que me comí todo esto yo, o cuando dije me voy a comprar un pastel pero me va a tardar un mes y ya pasaron dos días y me lo acabé, luego vienen cosas más graves”.
La agrupación es similar a Alcohólicos Anónimos o Drogadictos Anónimos, siguen prácticamente los mismos 12 pasos, siendo el más importante, pero también el más difícil, aceptar que eres un comedor compulsivo.
“Comerse la comida de otras personas cuando no se la acabó, de mentirle a las personas acerca de la comida, cuando te preguntan si estás a dieta, tú les dices que estás bien y te empiezas a dar cuenta que estás mintiendo, dejas de salir con tus amigos para que ellos no se den cuenta”.
Los comedores compulsivos buscan llenar un vacío emocional a través de la comida, unos lo hacen con alcohol, drogas, tabaco o hasta sexo, mientras que estas personas tienen un problema en su forma de ingerir los alimentos.
“Aunque tú digas voy a hacer dieta el lunes, el lunes pasa algo y hay una fiesta y dices, después de la fiesta empiezo, voy al cine y en el cine como y no puedo dejar la coca en el cine y no puedo dejarla porque es riquísima”.
Comedores Compulsivos Anónimos no se trata de la pérdida, ganancia o mantenimiento del peso, ni obesidad o dietas, su objetivo primordial está centrado en el bienestar físico, emocional y espiritual.