Después de años de estancamiento de salarios en México, las empresas quieren dar un impulso significativo al salario mínimo. Los guardianes de la inflación no están muy emocionados.
Las empresas, los sindicatos y el Gobierno están debatiendo cuánto subirán la tasa más allá del incremento anual habitual, después de dar un paso similar por primera vez el año pasado.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pide un aumento de hasta el 19 por ciento, mientras que la Secretaría del Trabajo (STPS) dice que puede terminar rondando el 12 por ciento. El Banco de México ha instado a la prudencia, y a un aumento en consonancia con el aumento de la productividad.
Tras décadas en la que los salarios más bajos se degradaron a unos de los peores de América Latina, las empresas y el Gobierno quieren compensarlo, y los economistas dicen que hay margen para hacerlo.
Pero las próximas elecciones presidenciales de julio podrían presionar a los empleadores y al Gobierno para que eleven el salario mínimo de una sola vez en lugar de gradualmente, en un momento en que la inflación sigue por encima del 6 por ciento, según Barclays.
«El ajuste del salario mínimo este año podría estar influido por las elecciones, ya que el Gobierno probablemente esté interesado en una victoria y en apuntarse el mérito de un gran ajuste», dijo Marco Oviedo, jefe de investigación económica de América Latina en Barclays.
«El riesgo es que el ajuste discrecional podría acabar provocando una espiral ascendente significativa de los precios y de los salarios más adelante».
Un aumento del 10 por ciento, o incluso del 12 por ciento, podría tener un impacto mínimo en la inflación, pero una subida del 15 por ciento o más podría provocar inflación y hacer que el Banco Central suba las tasas de interés, según Rafael Camarena, economista de Grupo Financiero Santander México.
Además de las elecciones, el debate está teniendo lugar en un momento en que los negociadores comerciales de Estados Unidos apuntan a los bajos salarios de México en las conversaciones para una revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Los expertos de México han dicho que el país se opondrá a cualquier intento de Estados Unidos de legislar los niveles salariales, pero se espera que la administración de Trump presione enérgicamente para una mejora de las condiciones laborales, ya que quiere evitar una fuga de empleos al sur.
La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) se está reuniendo para decidir sobre el aumento salarial. Aumentó el salario mínimo el año pasado en aproximadamente un 10 por ciento a 80 pesos por día, o 4.20 dólares.
Si bien pocos trabajadores en México ganan el salario mínimo, el Banco Central ha dicho que aumentarlo podría servir de referencia para presionar por aumentos salariales generalizados.