Ante la próxima ejecución de Rubén Ramírez Cárdenas, mexicano sentenciado por la presunta violación y ejecución de su prima, en los Estados Unidos (EE.UU), el último deseo del recluso fue ver a su madre.
En febrero de 1997, Rubén fue detenido y condenado por el supuesto homicidio de su prima; hoy, las autoridades norteamericanas darán cumplimiento a su pena de muerte, pese a las pruebas de ADN presentadas por sus abogados, donde prueban que no asesinó ni violó a su familiar.
El último deseo de Rubén, fue ver a su madre todos los días hasta su muerte en la cárcel de Allan B. Polunsky, en Livingston, informó José Cárdenas a través de su portal de noticias.
El medio también refirió que el sentenciado se dijo triste por su madre e hijos, pero reiteró que él no había matado a su prima, «Yo no maté a mi prima, yo soy inocente, pero estoy en manos de Dios, se hará su voluntad», expresó.