El Banco de México mantuvo este jueves de manera unánime su tasa de interés, en línea con lo esperado por el mercado, en lo que fue la última reunión de política monetaria del actual gobernador, Agustín Carstens.
Así, la tasa queda en 7 por ciento. Cuando Carstens tomó las riendas del Banco Central en enero de 2010, la tasa se encontraba en 4.25 por ciento.
Ésta fue la tercera reunión de política monetaria en que la tasa se mantiene sin cambios, en momentos en que la inflación se encuentra en un nivel de 6.37 por ciento, por encima del rango objetivo del Banco de 3 por ciento +/- un punto porcentual.
Durante la gestión de Carstens, la tasa de interés tocó un mínimo histórico de 3 por ciento, que se mantuvo desde junio de 2014 hasta diciembre de 2015. En ese mes inició el ciclo de alzas actual, impulsado por los ajustes también al alza de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y recientemente por el avance que ha tenido la inflación en México.
Carstens dejará el cargo el 30 de noviembre para irse a dirigir al Banco Internacional de Pagos (BIS). Está pendiente que el presidente, Enrique Peña Nieto, postule a algún candidato para ocupar su lugar en el Banco, y quien probablemente será el próximo gobernador de la entidad.
En el comunicado de política monetaria, el Banco Central destacó que la inflación tocó su máximo de 6.66 por ciento en agosto y que muestra una tendencia a la baja, por lo que espera que ésta confluya en el objetivo de 3 por ciento hacia finales de 2018. El gobernador Carstens había asegurado que dejaría la inflación «encaminada» al 3 por ciento.
El Banco de México también señaló que el balance de riesgos para la economía mexicana «se encuentra sesgado a la baja, principalmente debido a que la incertidumbre asociada a la renegociación del TLCAN ha mantenido deprimidos los niveles de inversión, y posiblemente es una de las causas de la desaceleración del consumo».