¡Típico! Te quedas de ver con tus amigos y siempre están los que llegan temprano y los que hacen esperar a los demás porque siempre llegan ‘mil horas’ después.
Algunos investigadores indican que llegar tarde o temprano es un comportamiento psicológico que se origina en alguna parte del cerebro, pero, otros expertos indican que esto podría mostrar ciertos rasgos de tu personalidad, de acuerdo con un artículo del World Economic Forum, en colaboración con la BBC.
Los que llegan tarde
La impuntualidad está muy mal vista, en especial si es en el trabajo, pero los científicos indican que quienes llegan tarde de forma crónica no lo hacen por molestar o de forma voluntaria, podrían tener un problema.
En una entrevista reciente con la BBC, el psicólogo social y autor británico Oliver Burkman indicó que quienes llegan con retraso son personas controladoras.
«Quieren estar en control de la situación y ser el centro de atención cuando llegan», indicó al respecto.
«Lejos de ser una señal de arrogancia y despotismo, pese a que haya personas acostumbradas desde pequeñas a que se haga su voluntad, debemos ser más empáticos», añadió.
Otros estudios científicos indican que se puede deber a la llamada, falacia de la planificación, es decir, cuando las personas que siempre llegan tarde son demasiado optimistas con el tiempo del que disponen para realizar una tarea, indicó una investigación del Departamento de Sociología de la Universidad de San Diego (Estados Unidos).
Existen dos tipos de personas que siempre llegan tarde, aquellas a las que les gusta la adrenalina y dejan todo para el último momento y los «productores», es decir, los optimistas que creen que pueden hacer mucho más de lo que les da el tiempo, y aunque son positivos y creativos, también son poco realistas, indica La doctora Diana DeLonzor, experta en el manejo del tiempo al diario The New York Times.
Los puntuales
En cambio, aquellos que llegan a la hora exacta es porque tienen más autocontrol que los demás y una mejor percepción del tiempo, además de que tienden a no aplazar las cosas, según la investigadora.
«Son más cautos y suelen imaginarse los peores escenarios por eso necesitan el tiempo suficiente para solucionar los problemas que puedan aparecer», indicó al diario.
Sin embargo, ser excesivamente puntual denota también una preocupación excesiva y una voluntad por querer agradar a los demás, ya que estas personas suelen enojarse demasiado rápido ante la impuntualidad, de acuerdo con Oliver Burkman.
Los tips
Si ya no quieres que te regañen en el trabajo por llegar tarde o que tus amigos se vayan sin ti, aquí tienes 4 consejos de la doctora Delonzor para ir mejorando en tu puntualidad.
Trabajar en una tarea poco a poco todos los días.
Calcula el tiempo que te llevan tus actividades para que seas más realista sobre cuánto te vas a tardar.
Llega antes porque si planeas estar a la hora probablemente llegarás tarde.
Aprende a esperar, puedes leer una revista o un libro o simplemente pensar y reflexionar.