La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los republicanos, dio este jueves un importante paso para la primera reforma fiscal en el país en una década al aprobar un paquete integral de recortes de impuestos para empresas e individuos.
La votación 227 a 205 traslada el debate fiscal al Senado, donde no se espera ninguna acción decisiva hasta después de las vacaciones de Acción de Gracias de la próxima semana.
Este voto representa un hito clave en el proyecto de Donald Trump para recortar los impuestos a empresas e individuos, aunque persisten los desafíos para que los planes fiscales de largo plazo del Partido Republicano cambien radicalmente aspectos de la economía de Estados Unidos.
«Estamos en un momento definitorio para nuestro país», dijo el presidente de la Cámara, Paul Ryan, antes de la votación. «Lo que estamos haciendo aquí no es solo determinar el tipo de código tributario que vamos a tener, lo que estamos haciendo es determinar el tipo de país que vamos a tener».
Los conservadores elogiaron la votación, un paso crucial hacia una victoria muy necesaria para los republicanos después de casi un año de Gobierno sin grandes victorias legislativas.
La atención se dirige ahora al Senado, donde los líderes republicanos enfrentarán obstáculos más difíciles, tanto políticos como fiscales.
Los republicanos solo controlan 52 de los 100 escaños de la cámara y deben desarrollar una legislación que cumpla con restricciones fiscales mucho más estrictas.