El Banco de México redujo la previsión de crecimiento de la economía para este año, a un rango de entre 1.8 y 2.3 por ciento, dos décimas menos de lo previsto hasta ahora, en una decisión que reconoce el efecto de los sismos de septiembre y la caída en la producción de petróleo.
La contracción de la actividad económica en el tercer trimestre del año refleja un proceso de desaceleración de la inversión y también efectos adversos, aunque temporales, por los sismos y la importante reducción en la producción de petróleo, dijo Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México, al explicar las razones para disminuir el pronóstico de crecimiento del próximo año.
Uno de los riesgos para el crecimiento de la economía es que la inseguridad pública se torne un factor más relevante para la actividad productiva, apuntó Carstens, al presentar en una conferencia de prensa el Informe trimestral del Banco de México.
Carstens dejará de ser gobernador del Banco de México el 30 de noviembre para dirigir, a partir del 1 de diciembre, el Banco de Pagos Internacionales, una institución con sede en Basilea, Suiza.
Efecto en la inflación del alza al salario mínimo
El incremento del salario mínimo, anunciado ayer y que estará vigente a partir de diciembre, podría generar presiones inflacionarias al cierre del año, consideró Carstens.
«Hay que considerar que la noticia de ayer de alza a los salarios mínimos, en un entorno de gran creación de empleo, es una cifra significativa. Dado que el incremento inicia en diciembre, podría generar presiones inflacionarias de aquí al cierre de año, pero no cambia la perspectiva de desinflación para el año entrante», añadió.
El martes pasado fue anunciada un alza en el salario mínimo, que pasará en diciembre de 80.04 a 88.36 pesos diarios.
Carstens consideró que el incremento al minisalario fue «prudente» en el sentido de que permitirá una recuperación en el poder de compra y, por otro lado, no interrumpe el proceso de reducción de la inflacion, «que en estos momentos está claramente por arriba de 6 por ciento».
«Lograr una combinación de incrementos reales en el salario mínimo en un contexto de reducción de la inflación es importante y lo que se logró en esta negociación fue bastante positivo en ese sentido».