Miles de burros son confinados en granjas en condiciones insalubres, torturados y sacrificados en China para la extracción de una de las materias primas más caras de la medicina tradicional de ese país, denunció hoy la organización animalista PETA, que logró infiltrarse en varios de esos mataderos.
En un video grabado de forma clandestina, PETA (siglas de Personas para un Tratamiento Ético de los Animales) muestra imágenes de cinco de esas granjas en China donde los animales son golpeados, sacrificados de un martillazo en la cabeza y despellejados.
Este tipo de granjas extraen de la piel de los asnos una gelatina llamada ejiao que, según las creencias de la medicina tradicional china, mejora el flujo sanguíneo y se vende a un alto precio en el mercado chino (hasta 378 dólares por un kilo).
“Los burros, algunos de ellos con sólo cinco meses de edad, son golpeados en la cabeza y mueren de forma lenta, agonizante, por un ingrediente de mentira”, denunció el representante de PETA en Asia, Keith Guo.
“Pedimos a la gente de buen corazón en todo el mundo que rechace el ejiao, consuma alimentos y fármacos no ligados a la crueldad y anime a sus amigos y parientes a hacer lo mismo”, añadió el activista.
La demanda china del ejiao ha aumentado tanto en los últimos años que granjas de otras latitudes del planeta, como Oriente Medio, Suramérica, África o el resto de Asia, han comenzado a operar granjas de burros para suplir al mercado del gigante asiático.
Algunos países han comenzado a sufrir por esta demanda un gran descenso de la población de asnos, por lo que algunos, como Pakistán o varias naciones africanas, han comenzado a ordenar la clausura de mataderos de burros o incluso a prohibir la exportación de piel de este animal a China.