La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) elevó este miércoles en 25 puntos base su tasa de interés, en línea con lo esperado por el mercado.
La tasa queda ahora en un rango de 1.25 − 1.50 por ciento.
Ésta es la tercera alza en el año del referencial de la Fed, y la quinta desde que inició el ciclo de alzas en diciembre de 2015. El Banco mantuvo su proyección de tres alzas más en 2018 y otras tres en 2019.
«Al analizar las fluctuaciones relacionadas con los huracanes, el aumento del empleo ha sido sólido y la tasa de desempleo disminuyó aún más», dijo el Comité Federal de Mercado Abierto en un comunicado el miércoles tras una reunión de dos días en Washington.
La inflación se mantendrá por debajo del objetivo del 2 por ciento de la Fed en el corto plazo, pero se «estabilizará» en torno al objetivo en el mediano plazo, dijo el Banco Central.
En un cambio clave en el discurso, la Fed omitió el mensaje de reuniones previas donde decía que esperaba que el mercado laboral se fortaleciera aún más. En cambio, el texto de este miércoles decía que la política monetaria ayudaría al mercado laboral a «mantenerse fuerte». Eso sugiere que los funcionarios de la Fed esperan que la mejora en el mercado laboral se desacelere.
Además del endurecimiento de la política monetaria, la Fed también confirmó que los aumentos mensuales del balance del banco central aumentarían, según lo programado, a 20 mil millones de dólares desde 10 mil millones a partir de enero.
A través de los ajustes de política, la Fed continúa buscando un equilibrio delicado entre responder a las noticias positivas sobre crecimiento y desempleo que alentaron un ajuste gradual, al tiempo que indica cautela debido a lecturas de inflación persistentemente débiles que han desconcertado a los legisladores.
Gran parte del mandato de la presidenta saliente de la Fed, Janet Yellen, ha estado marcado por su deseo de mantener políticas monetarias laxas con la esperanza de que el desempleo siga bajando, los trabajadores marginados se reincorporen a la fuerza laboral y aumenten los salarios, un proceso que el próximo presidente del Banco, Jerome Powell, ha dicho que todavía está en curso.
MEJORAN PRONÓSTICOS
Los funcionarios reconocieron en su última serie de pronósticos que la economía se aceleró en 2017, por lo que elevaron sus proyecciones de crecimiento económico y bajaron las de desempleo para los próximos años.
Las expectativas son que el Producto Interno Bruto crezca un 2.5 por ciento en 2018, más que el del 2.1 por ciento que habían pronosticado en septiembre, mientras que la previsión para la tasa de desempleo bajó a un 3.9 por ciento para el próximo año, en comparación con el 4.1 por ciento de los últimos pronósticos.
Pero los funcionarios esperan una inflación bajo su objetivo del 2 por ciento por otro año, una preocupación suficiente como para que no vieran ninguna razón para acelerar el ritmo esperado de los aumentos de tasas.
Esto significa que la reforma tributaria del Gobierno de Donald Trump, si la aprueba Congreso, entrarían en vigor sin que el banco central haya anticipado una posible respuesta.