Estar paseando por una zona en la que ni si quiera habías estado antes y pensar “yo esto ya lo he vivido antes“. No se trata de ningún fenómeno paranormal, sino de una sensación engañosa que recibe el nombre de déjà vu.
Los científicos llevan años intentando averiguar por qué se produce el déjà vu. La desconcertante sensación afecta a alrededor de un 70 por ciento de la población mundial, acentuándose entre los 15 y 25 años.
Hace más de una década un grupo de científicos creía haber dado con la causa del déjà vu. Alegaban que, cuando el cerebro procesa una imagen para comprobar si la hemos visto antes, otra región del cerebro se activa cuando le resulta familiar. Según los investigadores, el déjà vu se producía cuando se activaba sin querer.
Otra teorías muy recurrentes son las que aseguran que se trata a un fallo en la memoria. Algunos psicólogos creían que podía deberse a un fallo entre la memoria de largo y corto plazo, implicando que la información nueva se procesaba en la memoria a largo plazo.
Así, otros investigadores creían que podía deberse a una disociación entre la memoria y la realidad, algo que también ocurre cuando no eres capaz de distinguir entre algo que soñaste, o viste en la televisión, de la realidad.
No obstante, la verdadera respuesta parece tenerla el investigador Akira O’Connor, y trae buenas noticias. El déjà vu simplemente podría ser tu cerebro comprobando que la memoria funciona correctamente.
O’Connor dirigió, junto a su equipo, un estudio en el que participaron 21 personas. Los investigadores provocaron a la veintena de participantes la sensación de déjà vu, mostrándoles una serie de imágenes relacionados con un tema concreto – por ejemplo cama, almohada, sueño – sin mencionar el tema central – que en este caso sería dormir.
Después les preguntaron a los participantes si les sonaba haber visto alguna palabra que empezará con la letra inicial del tema principal – en este caso la “d” de dormir – a lo que respondieron que no. No obstante, al preguntarles si habían escuchado la palabra principal alegaban que si les resultaba familiar.
Lo curioso fue que, en las imágenes que tomaron del cerebro durante dicho proceso, observaron que no se activaba ninguna región asociada con la memoria al preguntarles por la palabra principal – momento en el que se producía el déjà vu. En cambio, se activaba la zona asociada a la toma de decisiones.
Básicamente lo que ocurre es que cuando nuestro cerebro detecta un recuerdo falso lo busca en la memoria, y al no encontrarlo se produce ese sentimiento de que algo nos resulta extrañamente familiar. Por lo tanto, más que un fallo, se trata de nuestra mente comprobando que el recuerdo es falso, evitando caer en el error de creer que se trata de un recuerdo real.